El autor de este artículo ha querido permanecer en el anonimato.
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Yo no soy religioso y me describiría como ateo, pero cuando a los 21 años empecé a sentir irritación alrededor de mi pene debí de rezar unas 50 veces al día para que fuera cualquier cosa menos un herpes.
Sentí muchísima vergüenza y creo que eso se debe al hecho de que nadie habla sobre este tema: es raro además que tenga tanto estigma dado que dos tercios de la población mundial por debajo de los 50 años tiene el tipo de herpes HSV-1.
Esta variedad del virus normalmente se manifiesta como un herpes labial, también conocido como un fuego o calenturón, pero se puede pasar a los genitales por contacto con la piel.
Antes de tener el diagnóstico oficial buqué en google mis síntomas y eso me dio mucho miedo.
De acuerdo con mi investigación en internet me autodiagnostiqué herpes. Y al leer foros y artículos con información errada pensé que sería el final de mi vida.