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¿Es cierta la historia de la Guerra de Troya?

Los relatos épicos de Homero de la Guerra de Troya se encuentran entre las narrativas más influyentes de la historia mundial. Pero ¿están arraigados en la realidad o más bien en un mito?

En la antigüedad, los griegos precristianos no tenían un equivalente a la Biblia.

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Lo más similar que tenían —y no era muy parecido— era a Homero: una sola palabra que representa tanto al supuesto autor de la Ilíada y la Odisea como a su canon.

Esos poemas épicos, compuestos en verso hexámetro, han tenido un impacto impresionante en la cultura mundial. No es exagerado describirlos como las dos obras fundacionales de la literatura griega y europea.

Al menos siete ciudades griegas lo reclamaron como su hijo predilecto. ¿Pero quién era exactamente Homero? ¿Cuándo vivió? y ¿para quién escribió sus obras?

Los griegos tampoco se ponen de acuerdo sobre esto, principalmente por falta de evidencias.

Datar las epopeyas y su temática es un tema que genera debate. Los antiguos griegos sostenían que la Guerra de Troya se libró entre 1194 y 1184 a.C. —una fecha ampliamente aceptada por algunos estudiosos modernos— y que Homero vivió a finales del siglo VIII a.C.

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Pero hay dos cosas en las que casi todos los griegos antiguos coincidieron: que Homero fue el autor de ambos poemas épicos y que el conflicto que describen, la Guerra de Troya, era una batalla que realmente sucedió.

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Sin embargo, esta última creencia requiere un nuevo análisis y una reevaluación a la luz de recientes investigaciones lingüísticas, históricas y, sobre todo, arqueológicas.

"Mitos"

Las historias relatadas en la Ilíada y la Odisea son increíbles, de ahí que hayan sobrevivido tanto tiempo. Son lo que los griegos llamaron "mitos" en el sentido original de la palabra: cuentos tradicionales transmitidos de generación en generación, primero oralmente y luego de forma escrita.

Una parte clave del genio del autor -o quizás de los autores- de estas dos epopeyas fue la selectividad. De la masa de historias tradicionales transmitidas oralmente a lo largo de muchos siglos, que describen las hazañas y las aventuras de una era dorada de héroes, "Homero" se enfocó solo en dos: Aquiles y Ulises (también llamado Odiseo).

La Ilíada es realmente sobre la ira de Aquiles expresada y saciada a través de un heroico duelo con el campeón defensor de Troya, Héctor. La Odisea narra los viajes y tribulaciones del héroe epónimo cuando luchó durante 10 años para regresar de Troya a su reino natal de Ítaca.

¿Qué estaban haciendo Aquiles y Ulises en Troya en primer lugar? Homero no da muchos detalles, en parte porque era un tema ampliamente conocido entre su audiencia.

Pero ¿hay algo que sea verídico de todas las historias que narra? ¿Hubo realmente una Guerra de Troya como la que se describe en las obras, o al menos una Guerra de Troya real aunque distinta a la que representó con tanto detalle el o los poetas etiquetados bajo el nombre "Homero"?

No pasó mucho tiempo antes de que los críticos pusieran en duda una de las presuposiciones fundamentales de la historia de Troya.

Según el poeta siciliano-griego Stesichorus, que vivió en el siglo VI a.C., la reina Helena de Esparta, quien según la epopeya fue llevada a Troya por su secuestrador, el enamorado príncipe Paris, en realidad estuvo en Egipto durante la Guerra de Troya, y solo una imagen de su espíritu fue llevada a Troya.

Según esta versión los griegos luchaban en revancha por una imagen de su reina, es decir un espejismo o un fantasma.

El historiador Herodotus, del siglo V a.C., tenía otra versión: estaba de acuerdo con Stesichorus en que Helena probablemente no había sido secuestrada en primer lugar, pero él creía que ella había abandonado a su marido espartano, Menelao, para huir con su amante troyano por elección propia.

Esta teoría era escandalosa pero al menos dejaba intacta la autenticidad histórica de la guerra. Sin embargo, ¿sucedió así?

Desastre arqueológico

Heinrich Schliemann, un hombre de negocios prusiano del siglo XIX adinerado y ultramoderno, no tenía dudas. Creía que Homero no solo había sido un gran poeta sino también un gran historiador.

Y para comprobarlo decidió excavar (o, al menos, desenterrar) los sitios originales descriptos en la epopeya: Micenas, la capital del reino de Agamenón y, por supuesto, Troya.

Para realizar su búsqueda, Schliemann siguió las pistas dejadas por los antiguos griegos.

Desafortunadamente, en Hisarlık (hoy noroeste de Turquía), donde según la mayoría de los expertos habría estado Troya si realmente hubiera existido, cometió errores graves y causó un desastre arqueológico que ha tenido que ser limpiado una y otra vez por científicos estadounidenses y alemanes.

Se ha excavado mucho en la zona y aunque no cabe duda de que este sitio de cumbres, sólidamente fortificado y con una considerable ciudad extendiéndose por debajo, fue de gran importancia en el período pertinente (aproximadamente del siglo XIII al siglo XII a.C.), los expertos no pueden decidir cuál de las capas excavadas pertenece al período homérico.

Esto se debe a que hay poca o ninguna evidencia arqueológica de la presencia griega en el sitio y tampoco hay rastros de la presunta agresión griega del tipo narrado por Homero, que supuestamente duró diez años.

Algunos creen que Troya existió en lo que hoy es el noroeste de Turquía pero las evidencias no son concluyentes.

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