Miguel, un perro golden retriever, no paraba de rascarse.
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Su dueño, Alejandro Quiceno, se dio cuenta de que sufría de prurito, una picazón causada por alergia o sensibilidad alimentaria.
"Por insistencia del criador de mi perro, que alimenta a sus perros con dieta BARF desde hace varios años, decidí cambiar su alimentación. Y la mejora fue dramática", le dice este joven colombiano a BBC Mundo.
La dieta de Alimentos Crudos Biológicamente Apropiados (BARF, por sus siglas en inglés) es una tendencia de alimentación de mascotas a base de comida casera cuyos defensores aseguran que supone mayores beneficios para la salud de las mascotas por su composición natural.
Sin embargo, muchos otros alertan del riesgo de presencia de bacterias en esta comida cruda, por lo que recomiendan optar por el uso de comida procesada "croquetas", como se la conoce en algunos países.
Lo cierto es que, desde la enfermedad de Miguel, Quiceno asegura que no volvió a comprar comida procesada para su mascota.