Imagina primero que estás tan convencido de que tu selección va a ganar el Mundial de fútbol, que decides hacerte un tatuaje permanente para celebrar tan enorme logro.
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Tan confiado estás que, a pesar de que tu equipo apenas está en la semifinal, decides tatuarte el rostro del jugador más emblemático de la selección junto con una proclamación casi profética: "Campeones del Mundo 2018".
Imagina además que tu selección es eliminada y no puede disputar la final. Por lo que, además de la tristeza de la derrota, tienes que comenzar a pensar qué hacer con ese tatuaje que dice cosas que no son.
Pues bien, algo así le ocurrió en la vida real al fanático inglés Teddy Allen, que se tatuó el rostro del capitán de su escuadra, Harry Kane, y la inscripción: "Campeones del mundo 2018".
Pero cuando le preguntaron si tiene alguna intención de removerlo después de la derrota de Inglaterra ante Croacia, el pasado miércoles, su respuesta fue categórica: "No".
"Se queda ahí para siempre. Inglaterra ha hecho lo suficiente para hacernos sentir orgullosos", dijo Allen.
"Ellos traerán la copa"
Pero Allen no fue el único entusiasta que quiso que el gran recorrido del equipo de "Los tres leones", como se conoce a la selección inglesa, nunca fuera olvidado.
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Jamie Richardson se tatuó la inscripción "Inglaterra, campeón del mundo 2018" sobre un dibujo del trofeo de la FIFA.
Y no se lo hizo cuando Inglaterra le ganó a Suecia en cuartos de Final o en aquella dramática definición por penales contra Colombia.
El dibujo sobre la piel tomó forma cuando los ingleses goleaban a la débil Panamá, para un triunfo de seis a uno.
Richardson estaba tan seguro del título que, al terminar el primer tiempo de aquel encuentro, salió de su casa en busca de un local de tatuajes.
"Llamé a cerca de 10 negocios de tatuajes tratando de encontrar uno que me hiciera el dibujo que quería aunque apenas estuviéramos en la primera ronda. Al final uno aceptó", dijo.
"Para mí fue como una premonición, como si alguien me dijera ‘hazte el tatuaje y ellos traerán la copa a casa’. Entonces no tuve ninguna duda", agregó
¿Y ahora?
Al igual que Allen, Richardson no tiene arrepentimientos.
"Claro que lo voy a conservar. Cuando tenga 70 años, esté jubilado y me vaya al bar a tomarme una cerveza, mis amigos me van a decir ‘Jamie, ¿te acuerdas de esa vez que te hiciste el tatuaje durante el Mundial?’".
"Entonces ellos me dirán: ‘¿Nos lo dejas ver una vez más?‘. Lo voy a recordar por el resto de mis días".