Burberry, la marca británica reconocida por la gabardina que usaron los soldados ingleses en las dos guerras mundiales, hace desde hace unos años algo inusual para cuidar su marca: quemar productos.
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En 2017, se estima que la casa de moda británica quemó US$33,7 millones en ropa, accesorios y perfumes. En los últimos cinco años, la cifra de productos destruidos asciende a 116,8 millones de dólares.
El periodista de la BBC Ben Morris habló con Maria Malone, especialista en moda de la Universidad Metropolitana de Manchester, sobre este comportamiento particular de la compañía.