Alia Ghanem carga con el peso de su maternidad: es la madre de quien fuera el hombre más buscado y odiado del mundo, Osama Bin Laden.
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La mujer, de manos cruzadas y ataviada con una yihab encarnada y un vestido estampado, una caja de toallitas de papel a un lado y un retrato de su hijo de joven al otro, apareció este viernes en una fotografía en el diario británico The Guardian.
Desde la muerte de Bin Laden en 2011, es la primera vez que la madre del antiguo líder de al Qaeda y la matriarca de una influyente familia de Arabia Saudita habla públicamente sobre los motivos por los que, en su opinión, su hijo se radicalizó.
https://twitter.com/guardianweekend/status/1025366515477045249
Según contó al periodista Martin Chulov, la última vez que vio a su hijo fue en 1999, momento en que Bin Laden vivía en Afganistán y dos años en antes de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Ya por entonces era considerado un importante sospechoso de "terrorismo mundial", después de que se mudara a Afganistán en la década de 1980 para combatir contra las fuerzas soviéticas.
Ghanem recordó cómo aquella última vez su hijo fue muy atento con la familia y les mostró diferentes lugares durante los días que estuvieron allí.
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Aunque dos hermanos de Bin Laden, también presentes en la entrevista, comentaron sobre el impacto que tuvo para la familia enterarse de los sucesos del 11-S, la madre prefirió hablar sobre sus recuerdos de la infancia del hijo.
Bin Laden de niño
Ghanem contó durante la entrevista que su hijo era "bueno" y "tímido" mientras crecía, que le gustaba estudiar y que era aplicado en la escuela.
Pero que le "lavaron el cerebro" en la universidad.