Su nombre oficial es la Casa Grande del Pueblo pero muchos en Bolivia lo llaman el Palacio de Evo.
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La nueva sede presidencial de Bolivia costó US$34 millones -algunos medios locales afirman que bastante más- y es un moderno rascacielos vidriado de 29 pisos que se impone sobre los edificios coloniales de poca altura característicos del casco histórico de la ciudad.
El edificio, que fue inaugurado por el presidente Evo Morales el pasado 9 de agosto, fue construido en la plaza Murillo de La Paz, detrás de la vieja sede de gobierno, utilizada desde el siglo XIX y apodada el Palacio Quemado desde que fue incendiado en 1875.
Al lado, está la Catedral Metropolitana y a pocos metros el Palacio Legislativo.
En sus 120 metros de altura, la Casa Grande del Pueblo alberga las oficinas de la presidencia, la vicepresidencia y cinco ministerios del Poder Ejecutivo.
También es la residencia oficial del jefe de Estado y de ahí surgió uno de los varios puntos de controversia en torno a su creación.