Ya sea pescado y papas fritas en Inglaterra, un plato de "poutine" en Québec, filetes parisinos con papas a la francesa, papas fritas belgas con mayonesa o, incluso, una orden "gigante" de papas fritas en EE. UU., muchos lugares han hecho suyas las sencillas papas fritas.
PUBLICIDAD
A pesar del nombre común de este plato -y el hecho de que Francia le ha dado al mundo muchas comidas famosas, desde la baguette al soufflé-, las papas fritas son belgas, sin lugar a dudas, al menos para Albert Verdeyen, chef y coautor del libro Carrément Frites, que traza la historia de esta preparación.
"Los estadounidenses las llaman papas a la francesa", dijo, "pero no son papas francesas, son papas francófonas".
¿Bélgica?
La tradición popular afirma que las papas fritas originales nacieron en Namur, en la Bélgica francófona, donde los lugareños eran especialmente aficionados al pescado frito. Cuando el río Mosa se congeló durante un invierno frío en 1680, la gente fritó papas en lugar de los peces pequeños a los que estaban acostumbrados, y nacieron las papas fritas.