Claire Stone es una británica que se dedica a las terapias alternativas y lleva ocho años dándose a sí misma baños de vapor vaginales.
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Y, desde hace cuatro, también le ofrece el servicio a sus clientas.
Según Stone, esta práctica puede ayudar con problemas como los periodos dolorosos y la fertilidad. Quienes la promueven también le atribuyen supuestas propiedades desintoxicantes, de limpieza del útero y de reequilibrio hormonal.
Pero los médicos enfatizan que no hay evidencia científica alguna de que la vaporización vaginal tenga algún beneficio para la salud.
También enfatizan que la vagina se limpia sola y que no es necesario usar ningún tipo de producto o tratamiento especial para limpiar o "desintoxicar" los órganos genitales femeninos internos, puesto que se puede romper el equilibrio de la flora vaginal.