Ha sido considerada como una de las carreras más caóticas en la historia del categoría reina del automovilismo.
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Sucedió el 30 de agosto de 1998 en el Gran Premio de Bélgica, la decimotercera prueba del campeonato, cuando el finlandés Mika Hakinnen, de McLaren, era líder por delante del entonces doble campeón mundial Michael Schumacher, de Ferrari.
Desde un principio el fin de semana trajo malos presagios con Hakkinen, Jacques Villeneuve y Mika Solo estrellándose en las prácticas. Hakkinen se llevó la pole y Schumacher se clasificó de cuarto.
Al legar el domingo, un torrencial aguacero cayó sobre el circuito de Spa. Igual se tomó la decisión de arrancar la prueba a la hora señalada, sin el auto de seguridad.
Y todo fue bien…. por 15 segundos.