En una clase de astronomía en Chile, un grupo de niños sonríe con asombro y fascinación.
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Acaban de descubrir las órbitas de los planetas y cuán pequeña es la Tierra en relación al Sol.
Y lo mejor es que lo hicieron gracias a una clase nada convencional, en la que las órbitas son ilustradas con maquetas táctiles y el Sol es representado con… una pelota de pilates.
Así son las clases en que la astrónoma chilena Erika Labbé, coordinadora de difusión para el Núcleo de Astronomía de la Universidad Diego Portales, y sus colegas, acercan la grandeza del cosmos a niños y adultos con discapacidad visual.
Labbé fue invitada recientemente a la exhibición "Estrellas Inspiradoras", que realizó en Viena la Unión Astronómica Internacional para mostrar el poder de la astronomía inclusiva.
La científica colabora con otros grupos de Chile y de diferentes países de América Latina para demostrar que los problemas visuales no son un obstáculo para explorar el universo, o incluso elegir como profesión la astronomía.
Charlas sin imágenes
¿Cómo comenzó Labbé a dar clases a personas con discapacidad visual?
Todo comenzó hace tres años, cuando el periodista David Azócar le sugirió a la astrónoma hacer una charla para públicos no tradicionales con motivo del Día de la Astronomía, que se celebra cada año en el equinoccio de otoño.