Es la universidad más grande de México y una de las más prestigiosas de América Latina. Pero representa algo más que la academia.
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La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es uno de los centros políticos más sensibles del país.
Tanto que, según especialistas, de su tranquilidad interna depende en gran medida la buena marcha de los gobiernos mexicanos.
Algunos de los movimientos sociales más importantes de las últimas décadas tuvieron su epicentro en la UNAM.
Y en este inédito proceso de cambio de gobierno -el próximo 1 de diciembre asumirá la presidencia Andrés Manuel López Obrador identificado con la izquierda- el tema cobra más relevancia.
A principios de este mes de septiembre, una marcha pacífica de estudiantes fue agredida por un grupo de golpeadores conocidos como “porros”.
El altercado provocó el cierre de 41 facultades y escuelas preparatorias (bachillerato). Dos planteles aún mantienen el paro.
Según el rector de la UNAM, Enrique Graue, en el fondo es un intento de crear un conflicto al centro educativo.