"Si fuera antidemocrático, no estaría participando de la elección ,estaría con mi (pistola) .45, limpiándola bien y aguardando días mejores", le dijo a la audiencia el general retirado Hamilton Mourão.
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Un aplauso surgió entonces entre los líderes empresariales que lo escuchaban el lunes pasado, durante un almuerzo en São Paulo.
Mourāo es candidato a vicepresidente del ultraderechista Jair Bolsonaro, el excapitán del Ejército que lidera las encuestas de cara a las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre, por lo que está lejos de ocupar un lugar meramente testimonial en la campaña brasileña.
Y, con Bolsonaro hospitalizado tras ser apuñalado este mes, el general que el año pasado planteó la posibilidad de una intervención militar en el país, cuando todavía estaba en servicio activo, adquirió todavía más protagonismo.
En medio de una creciente polarización política en Brasil, la lista de militares retirados o activos con protagonismo antes de las elecciones es sin embargo más amplia e incluye al propio comandante del Ejército, quien este mes declaró que la legitimidad del próximo gobierno podría llegar a estar "cuestionada".