Dar un paseo, hacer yoga o practicar taichí, incluso si es solo durante 10 minutos, es suficiente para generar un impacto inmediato en tu memoria.
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Un equipo de investigadores de la Universidad de California comprobó que solo 10 minutos de actividad física ligera eran suficientes para potenciar la conectividad cerebral y para ayudar a las personas a distinguir entre recuerdos muy similares.
Los académicos lograron medir el impacto inmediato del ejercicio haciéndoles una resonancia magnética a los participantes en el estudio justo después de haber hecho un poco de ejercicio.
Lo que querían era confirmar si el ejercicio tenía un impacto sobre los mecanismos del cerebro para procesar los recuerdos.
Y comprobaron que sí.
Triple impacto
Cuando los expertos compararon las imágenes cerebrales de las personas que no habían hecho ejercicio con las de las personas que acababan de hacerlo, vieron que estos últimos mostraban una mayor comunicación entre el hipocampo, una región importante en el almacenamiento de la memoria y las regiones corticales, que están involucradas en la recolección vívida de los recuerdos.
Así, según recogen los académicos en su estudio publicado en la revista PNAS, esa breve intervención de ejercicio tuvo un triple impacto inmediato:
- Mejoró rápidamente el procesamiento cerebral de recuerdos muy detallados
- Generó una elevada actividad en el hipocampo y en las regiones vecinas
- Generó una mayor sincronía entre el hipocampo y las regiones corticales, que intervienen en el procesamiento de la memoria detallada.
El mismo equipo ya había comprobado en estudios anteriores que el ejercicio físico moderado podía potenciar la memoria de los ratones.