Dos trágicas muertes que tienen un factor común: la cadena británica de comida Pret a Manger.
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Según admitió la propia compañía se cree que otro cliente murió por una reacción alérgica a un sándwich comprado en uno de sus establecimientos.
La persona murió en 2017 después de comer un pan vegetariano que se suponía que estaba libre de lácteos…pero no lo estaba.
El nuevo escándalo ocurre luego de trascender a la prensa que Natasha Ednan-Laperouse, una adolescente de 15 años, también falleció después de comer un baguette de Pret en 2016, lo cual obligó a la compañía a incluir etiquetas en cada producto detallando sus ingredientes.
La base del bocadillo involucrado en esta nueva fatalidad contenía un yogurt supuestamente libre de lactosa.
Pero Coyo, la compañía que le suministró el yogur a Pret, refutó ser la culpable y dijo que la "verdadera causa" del incidente es aún desconocida.
Coyo es una marca vegana que se puede encontrar en tiendas y supermercados de todo el país.
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A raíz de este caso, Pret terminó su relación con la compañía y dice que emprenderá acciones legales en su contra.
"Afirmaciones infundadas"
El cliente víctima de esta segunda fatalidad murió el 27 de diciembre del año pasado, después de comprar el sándwich en una tienda en la ciudad de Bath, al suroeste de Reino Unido.
Luego de conocerse la causa del accidente, Pret dijo que retiró de sus establecimientos todos los productos que contenían el fatal ingrediente.