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Por qué con solo 27 años mis huesos se están desintegrando

Lizzie Porter era anoréxica en su adolescencia, pero los años de inanición la han dejado con consecuencias permanentes.

En su adolescencia, Lizzi Porter vivió con anorexia. Y ahora, a finales de sus 20, está descubriendo que todos esos años de inanición la han dejado con una huella duradera en su cuerpo.

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"Tienes osteoporosis en la columna vertebral y osteopenia en tu cadera. Te voy a recetar calcio y vitamina D y creo que deberás tomarlos el resto de tu vida para prevenir fracturas"

Es mayo de 2018 y las palabras de mi doctor me sacaron de un estado constante de negación.

Los especialistas entraron con un conjunto de gráficas complicadas que, aparentemente, muestran la densidad de mis huesos. No las entiendo. Pero sí puedo leer las palabras "clasificación de la Organización Mundial de la Salud: osteoporosis. Riesgo de fractura: alto", junto a una imagen de rayos X de mi columna.

Durante años me estuve engañando, fingiendo que había logrado una recuperación total de la anorexia. Y sí, en 2010 me dijeron que tenía osteoporosis. Pero en los últimos ocho años me convencí a mí misma de que las cosas tenían que haber mejorado, de que los poros en mi columna debieron haber sanado.

Tristemente, no fue así.


Osteoporosis y osteopenia

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  1. Osteoporosis es una enfermedad que adelgaza y debilita los huesos, por lo que se vuelven frágiles y se quiebran fácilmente.
  2. Si la densidad de los huesos está entre un nivel más bajo de lo normal y el rango de osteoporosis, entonces hay osteopenia.

Fuente: Sociedad Nacional de Osteoporosis de Inglaterra.


Cuando me diagnosticaron por primera vez anorexia yo tenía 12 años, y poco después empecé a vivir las consecuencias menos glamorosas de esta enfermedad. Primero, a pesar de que el verano trajo más calor, yo temblaba de frío.

Era como un reptil, incapaz de generar calor corporal. En invierno mi piel se agrietó y sangraba sin poder sanar por falta de nutrición. Tuve problemas de estreñimiento, inflamación y el cabello se me caía por montones. Mi vida giraba en torno a evitar la comida.

En los últimos 15 años he sido internada en dos ocasiones en el hospital y tomé miles de antidepresivos. La anorexia suele estar acompañada de un estado de ánimo bajo, a veces incluso suicida, por lo que es el trastorno psiquiátrico con la tasa de mortalidad más alta.

  1. "Es una enfermedad dura que te convierte en un monstruo": la batalla diaria de una familia con una adolescente anoréxica

He visto a más médicos de los que puedo recordar. Y he hecho todo lo posible para mantener bajo control a lo que mi madre llama la "loca anoréxica" en mi cabeza, evitando que haga un rebote sorpresa en mi vida.

El deseo de regresar a la normalidad me ha impulsado a renunciar a muchos de mis patrones de comportamiento anoréxicos. Yo podía pasar horas en la cocina calculando los ingredientes de una ensalada, por ejemplo, y usaba un cuchillo diferente para cortar cada tomate, pepino y hoja de lechuga.

Ya no quiero perder tiempo con mis viejas rutinas y, en general, no lo hago.

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