"Si gano soy estadounidense, no un negro estadounidense", empezó Tommie Smith, al explicar por qué había protagonizado, junto a su compatriota John Carlos, una de las imágenes más impactantes e icónicas en la historia de los Juegos Olímpicos.
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"Pero si hago algo malo entonces ellos dirían ‘negro’", continuó el velocista. "Somos negros y estamos orgullosos de ser negros", enfatizó.
Minutos antes de esas palabras Smith y Carlos habían caminadodescalzos con calcetines negros hasta el podio preparado para la ceremonia de premiación de la final de los 200 metros planos en las Olimpiadas de México en 1968, un 16 de octubre de hace 50 años.
Ahí los dos estadounidenses recibieron sus medallas, oro y bronce. Y mientras sonaban las notas del himno nacional de Estados Unidos levantaron un puño cubierto con un guante negro con la mirada fija en el suelo.