Las tensiones comerciales con Estados Unidos han hecho que Japón y China desarrollen una amistad que parecía improbable.
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Tokio y Pekín han tenido desacuerdos durante mucho tiempo a causa de enfrentamientos militares en el pasado y disputas territoriales en el presente.
Aun así, en una visita crucial a Pekín, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, protagonizó esta semana un punto de inflexión.
Ambos lados buscan impulsar sus lazos económicos y una estabilidad regional que incluya a Corea del Norte.
Este viernes, Abe se reunió con su par chino, Li Keqiang, y se prevé que haga lo mismo con el presidente, Xi Jinping, más adelante.
¿Cómo se llevan Japón y China?
Normalmente, no muy bien. Son países que sí comercian entre ellos pero, en el plano político, su relación ha pasado por momentos de fragilidad.
La ocupación japonesa de territorios chinos durante la Segunda Guerra Mundial todavía es un tema delicado, a lo que se suma que Tokio y Pekín todavía tienen pendiente llegar a acuerdos sobre muchas islas en disputa.
El viaje de Abe a China es la primera visita de un jefe de gobierno japonés en siete años.