China no se quiere quedar atrás en la carrera por conocer más sobre la "partícula de Dios".
PUBLICIDAD
Y como es costumbre en ese país, sus planes son monumentales.
Su objetivo es construir el Colisionador de positrones de electrones circulares (CPEC), que tendrá la misión de estudiar las propiedades del bosón de Higgs, que fue descubierto en 2012 en el Gran Colisionador de Hadrones de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) en Suiza.
"El CPEC será el colisionador de positrones-electrones más grande del mundo", dijo Wang Yifang, director del Instituto de Física de Alta Energía de China (IHEP) al portal Physics World.
El diseño conceptual de CPEC muestra que tendrá 100 km de circunferencia y su meta es ser siete veces más poderoso que el Gran Colisionador de Hadrones.