El trabajo de Melissa Lehan como tutora privada la ha llevado a algunos lugares fantásticos.
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Trabajó en Bermudas durante un par de años, luego en Canadá. También en el sur de Francia, en Bahamas y en Toscana, Italia.
En este momento trabaja en el campo en Luxemburgo, ganando un salario anual de seis cifras.
Lehan, graduada de la universidad de Oxford (Estados Unidos) y maestra calificada de 36 años, trabaja como profesora privada para niños.
Lo ha estado haciendo durante 10 años. Sus clientes son generalmente padres adinerados que, por diversas razones, no están contentos con las escuelas locales y desean una mejor educación para sus hijos.
Ella ama su trabajo, que tiene grandes ventajas como el alojamiento pagado y los viajes.
Pero cuando le preguntas por qué, no son los lugares exóticos ni la vez que impartió clases encima de un yate privado lo que destaca.
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En cambio, habla sobre las relaciones que desarrolla con sus alumnos y la libertad para impulsar un plan de estudios que mezcla las materias de una manera útil para sus estudiantes.
"Hacer clic y ayudar a ese niño -conocerlo tan bien que sabes lo que aprenderá y cómo ayudarlo- es lo que me motiva", asegura.
Súperprofesores
A nivel mundial, la industria de la enseñanza privada está en auge.