"Pablito clavó un clavito, ¿qué clavito clavó Pablito?, el clavito que Pablito clavó, era el clavito de Pablito".
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Seguramente conoces este trabalenguas. Ahora… inténtalo leerlo en voz alta y rápido.
¿Lo hiciste sin equivocarte? Probablemente no.
Y es que una cosa es leer en silencio un trabalenguas y otra muy distinta es decirlo en voz alta.
Pero ¿de dónde vienen los trabalenguas? y ¿por qué nos cuesta tanto decirlos?
Un juego para perder
"El trabalenguas es un juego que consiste en perder", le dice a BBC Mundo el argentino Carlos Silveyra, escritor especialista en literatura infantil.
Los trabalenguas son oraciones breves que incluyen palabras o sonidos que son muy parecidos entre sí (parónimos) y que si se leen rápido, se hace difícil de pronunciar correctamente.