"Pido al Señor que proteja siempre al submarino Ara San Juan y sus tripulantes".
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Fueron las palabras del primer comandante del sumergible de la Armada argentina desaparecido el 15 de noviembre de 2017 con 44 personas a bordo, capitán Carlos Zavalla, durante la ceremonia de entrega del mismo hace 32 años.
Aquella "fría tarde" del 18 de noviembre de 1982 en Emden, la ciudad en el noroeste de Alemania donde se construyó el submarino que acaba de ser hallado a 800 metros de profundidad, fue colocada la bandera argentina en el "Ara San Juan S-42" por primera vez.
Un mes después, aquella nave de 66 metros de eslora (largo) y 7 de manga (ancho) emprendería un largo viaje hasta su destino final en Mar del Plata, Argentina.
Zavalla también dijo aquella tarde que el ARA San Juan era el "más moderno buque" de la Armada.
Una calificación que compartida por varios expertos argentinos en materia naval hasta su desaparición hace un año.
"De nosotros depende que este buque tenga una vida fecunda y útil para la Armada y el país", añadió el capitán de navío en 1985, según un testimonio suyo publicado en el sitio web de la Fundación Histarmar, dedicado a historia marítima argentina.