"Presidente, presidente" eran los gritos emocionados de miles de personas. El zócalo de la Ciudad de México estaba abarrotado para recibir a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tras ser investido como mandatario de México.
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Había gente de todas las edades y los estratos sociales: 160.000 personas según cifras oficiales.
Cuando AMLO subió al templete, dispuesto para la celebración con la que da inicio a su gobierno, un grupo de representantes de 68 pueblos indígenas y el afromexicano le realizó un ritual de purificación.
Le entregaron el bastón de mando, en señal de que los pueblos originarios lo reconocen como líder. Es la primera vez que un presidente de México lo recibe.
"Aquí esta el bastón de mando, el símbolo con el que usted conducirá a nuestro pueblo. Queremos recordarle que deseamos ser tomados en cuenta en sus planes de estos 6 años", le dijo una de las indígenas.
También le pidió al nuevo presidente, el primero de izquierda en 70 años en México, que "mande obedeciendo al pueblo".