¿Sabías que la primera descripción de una máquina especialmente diseñada para viajes espaciales apareció en un libro publicado en 1657?
PUBLICIDAD
Se trataba de una caja lo suficientemente grande como para alojar a un pasajero, con un techo de cristal hueco en el que unos espejos enfocaban los rayos del Sol.
El aire caliente dentro del cristal se elevaba y salía por un tubo en la parte superior, y para compensar entraba aire desde abajo.
Esa aspiración de aire, señalaba el inventor, impulsaba la máquina hacia arriba.