Dean, nombre ficticio, sufrió los maltratos de su compañera durante más de una década.
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"Era bastante controladora, solía sacar dinero de mi cuenta cuando recibía mi sueldo", asegura este inquilino de una de las nueve casas de acogida para hombres maltratados que existen en Reino Unido.
"Me ha mantenido alejado de mi familia durante los últimos 10 años".
"Se trataba sobre todo de un maltrato psicológico", asegura al programa Victoria Derbyshire de la BBC.
Pero también hubo maltrato físico.
"Me tiraba cosas a la cabeza, platos. De hecho, tengo hasta una marca que muestra lo que me hizo", cuenta Dean, que prefiere mantenerse en el anonimato por cuestiones de seguridad.
"No me dejaban comer"
Dean llegó al refugio, gestionado por el Servicio de Abuso Doméstico de Northamptonshire (NDAS, por sus siglas en inglés), tras sufrir un colapso en el trabajo.
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Asegura que su compañera no le dejaba comer y llegó a sufrir una deshidratación aguda.
"No saben si fue un ataque por deshidratación, pero lo cierto es que no estaba comiendo. No me dejaban comer en casa", dice.