Alison Simmonds regresó a Reino Unido en marzo después de pasar dos años en los Emiratos Árabes Unidos.
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Esta consultora de comunicaciones, que había viajado a la región por motivos de trabajo, decidió mudarse permanentemente a Dubái en enero de 2016 en busca de algo de sol y una vida social más activa.
Pero pese a contar con "una red personal y profesional significativa", le llevó más de 12 meses encontrar un trabajo adecuado. E incluso cuando lo encontró, era solo un contrato de un año.
Su salario era más alto que en Reino Unido porque no tenía que pagar impuestos, pero tener un contrato a corto plazo tenía varias desventajas y le daba una seguridad limitada.
Se veía obligada a pagar mensualmente por su automóvil y su casa, lo que tenía un costo más alto que un contrato anual.
Ocho semanas antes de que terminara su contrato, Simmonds, de 45 años, comenzó a buscar un nuevo trabajo. "Simplemente no había nada con un salario aceptable, así que volví a casa", explica.