Las comunidades religiosas musulmana y judía están soliviantadas en Bélgica.
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Una ley que entró en vigor en la región de Flandes -una de las tres que conforman el país- a principios de enero y que lo hará en la de Valonia en septiembre prohibirá matar animales sin que hayan sido aturdidos previamente.
Ambas religiones sacrifican vacas, cabras, ovejas o aves de corral con un corte en la garganta y los dejan desangrándose durante horas hasta que mueren.
Así se consigue la carne que cumple con las enseñanzas y la ley religiosa, una práctica ancestral y generalizada entre judíos y musulmanes.