Guatemala vive horas decisivas.
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El gobierno de Jimmy Morales adelantó de forma abrupta la salida de la Comisión Internacional Contra la Impunidad (Cicig), el organismo respaldado por Naciones Unidas que ha liderado durante la última década la persecución de los casos más sonados de corrupción en la nación centroamericana.
Morales, contrario a los mandatos de la Corte Constitucional -que validó la permanencia de la Cicig y la de sus investigadores en el país-, dio 24 horas a los miembros de la comisión para salir de Guatemala.
La Corte Constitucional guatemalteca, el máximo órgano judicial de Guatemala, suspendió el miércoles la decisión presidencial, pero el personal de la Cigig ya había abandonado el país.
Bajo la lupa de la iniciativa anticorrupción han pasado desde policías y jueces hasta expresidentes e, incluso, el propio Morales y algunos de sus familiares.
El portavoz Matías Ponce confirmó en un mensaje a BBC Mundo que la comisión activó un plan de contingencia y solicitó a su personal salir del país "hasta nuevo aviso".