El cierre parcial del gobierno de Estados Unidos se convirtió este sábado en el más largo de la historia del país.
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Es ya más largo que el que afectó a la administración de Bill Clinton entre diciembre de 1995 y enero de 1996.
Y mientras el presidente Donald Trump insiste en mantener el gobierno cerrado "el tiempo que sea necesario", la situación parece lejos de solucionarse.
Trump parece resuelto a no retroceder en su pulso con la oposición demócrata en el Congreso, que se niega a otorgarle financiación para construir el muro fronterizo con México.
El mandatario se niega a firmar una ley de presupuestos que no incluya US$5.700 millones para seguir construyendo lo que ahora acepta que sea una "valla de acero".