Ya lo vivió una vez Nürburgring, circuito que tuvo que cerrar por noventa minutos su pista por culpa de un pene gigante pintado en el asfalto… Esta vez le tocó a un Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport puesto que estacionado en una calle en Seattle, Washington, ha sido pintado con la misma figura fálica dibujada en el “infierno verde”.
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Cabe destacar que quien realizó la obra de arte ha utilizado el lienzo más caro del mundo, ya que el automóvil tiene un valor cercano a los dos millones de euros.
¿Qué les parece?