Investigadores de la Universidad de Washington determinaron que una buena manera de equilibrar nuestro peso es prolongar las horas de sueño.
El estudio se basó en la reacción que tienen los genes con la obesidad y el riesgo de una persona de ser obesa. “Se estudiaron a 88 pares de gemelos“, informó Nathaniel Watson, coordinador del proyecto.
Debido a que los gemelos comparten los mismos genes, con su ayuda podemos verificar qué factores ambientales y de comportamiento influyen en la pérdida de peso.
Los resultados detallaron que quienes duermen menos de siete horas duplican su predisposición genética en el Incremento de Masa Corporal (IMC), esto si se compara con quienes duermen más de nueve horas por noche.
Al finalizar las pruebas, los científicos indicaron que “al contrario de lo que se ha pensado durante mucho tiempo, dormir mucho parece ser una buena forma de proteger a la gente que tiene predisposición genética a la obesidad”.
“La sociedad moderna con su tecnología omnipresente a menudo puede causar un desajuste entre la necesidad de sueño y la realización del mismo”, finalizó.
Este estudio fue publicado en la revista de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, informó Telesur.com.
