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En una cultura hipersexualizada en la que la virginidad es considerada casi un lastre (por lo menos en Occidente), Kate Monro se ha consolidado como una guía para quienes desean perderla. Monro revela que este proceso es individual y que muchas personas atractivas ni siquiera la han perdido por motivos personales y diversos que van más allá de ser la típica persona seductora y sexual que han vendido los medios en los últimos años.
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Su blog, que ahora es un libro, se llama ‘The Virginity Project’ y lleva varios años en la red. Allí ha recopilado las historias de amigos, conocidos y otras personas que han contado sus experiencias desde diversos ámbitos generacionales: están los jóvenes, nacidos en la última década del siglo pasado, y están los ancianos, quienes perdieron la virginidad en los años 50 o antes, cuando este tema era todo un tabú.
Monro dijo a la revista Vice: “Ahora somos más libres de definir la virginidad en nuestros propios términos, aunque hoy por hoy la educación sexual de muchos jóvenes corre por cuenta del porno”, afirmó.
La autora también reveló que para los hombres es más difícil perder la virginidad que para las mujeres, ya que ellas pueden encontrar sexo en cualquier lado. De igual modo, explicó que las personas que perdieron su virginidad antes de la década de 1960 eran mucho menos “decentes” de lo que pensaba. ‘The Virginity Project’ nació, precisamente, para que las personas dejasen de ser juzgadas por su estatus sexual, dejó entrever la autora.
Si quieren leer algunas historias, pueden visitar su blog.
