Puede que amen a los hombres detallistas, que a veces las escuchan y algunas otras las comprenden. También que sean más afines a sus gustos. Sí, los tiempos han cambiado, pero sin duda, ellas los siguen prefiriendo rudos. Vean por qué.
PUBLICIDAD
1. Por puro evolucionismo: En los tiempos antiguos, los hombres protegían y proveían de sustento a sus mujeres y crías. Por eso ellas preferían a los que más destacaban en este perfil, según un estudio hecho por el antropólogo Richard Wrangham. Por eso no ven al sensible como un candidato, ya que ven que ni siquiera puede defenderse solo.
2. Sin lugar para los débiles: “Los más fuertes siempre se rodean de admiradoras, mientras que los que se autocompadecen y se muestran débiles acaban solos en la barra”, afirma el mismo antropólogo en su estudio. Por lo general los sensibles se muestran demasiado inseguros, tienden a ser complacientes y a huir de los conflictos. Y eso las aburre.
3. El “sensible” se esfuerza demasiado: Él pone a la mujer que le gusta en un pedestal, y se declara demasiado rápido, según describe el portal Askmen. Un estudio publicado en 2011 por las universidades de Harvard y Virginia, reveló que a ellas les gustan los hombres difíciles. Mostraron a un grupo de chicas perfiles de hombres que no estaban tan interesados en ellas. Y esto las atrajo de inmediato.
4. No parecen un desafío. Ni que acepten uno: Los tipos buenos son predecibles y aceptan todo. Tampoco encaran conflictos. No le dan retos a las mujeres. Y parece que también los odian. Mal por ellos, porque un último estudio económico, hecho por el doctor Dan Ariely y basado en un sitio de internet (se tomó a 23 mil usuarios) reveló que las mujeres buscan a hombres con buenos ingresos. Ellas prefieren a hombres exitosos, de su mismo nivel.
5. No se comportan como hombres: No llevan la iniciativa, ni nada. Siempre preguntan a la mujer qué quiere y qué le parece, y así se acoplan. Aunque si alguna vez se casan, tienen suerte. Según un estudio de la Universidad de Dirham, publicado en 2007, las mujeres preferían a los hombres con rasgos afeminados por su fidelidad y compromiso para criar a una familia, lo que no pasaba con los rudos.
6. Si no les generan deseo, una amiga más: “Las mujeres quieren que las saquen de su posición cómoda, que las hagan reír, y que las hagan sentir que ustedes les gustan mucho. Eso no ocurre si estás en la zona de los mejores amigos”, dice Naxos, el autor del blog ‘La Estrategia de la Seducción’. El problema de estos hombres es que se comportaron como grandes y buenos tipos. Y nada más.
PUBLICIDAD
7. Ser buenos los convierte en… Algo de lo que pronto ellas prescindirán. Ellas no quieren patanes, pero tampoco a alguien que sea como ellas. “Si eres demasiado abnegado, pronto serás parte del inmobiliario”, dice la escritora Ana Von Rebeur. “Si no das desafíos, ni te conviertes en un premio, todos actuarán como si no lo fueras”. Y así funciona con los hombres extremadamente sensibles. Que las chicas también quieren un poco de rudeza algunas veces.