Seguramente han escuchado a varias personas comparar a perros con personas. Esto no es para sorprenderse, pues Sadahiko Nakajima, un psicólogo de la Universidad de Kwansei Gakuin en Japón, se dispuso a resolver en un estudio reciente el por qué nos parecemos a nuestros perros.
El investigador tuvo una muestra de 502 estudiantes, quienes presentaron 20 fotos de personas acompañados de sus mascotas mostrando sus rostros de lado y lado.
Para eliminar factores externos, las fotos fueron muy básicas, incluyendo solamente disparos sencillos, sin ningún filtro y recortados a los hombros con un fondo blanco.
Nakajima informó que los retratos fueron tomados antes de un “festival de amantes de los perros“. Ahí los dueños de las mascotas fueron instruidos para mirar directamente a la cámara y sonreír ligeramente.
Los resultados del estudio aseguraron que el parecido no es por el peinado, obesidad, género o altura, sino por la mirada.
“Está claro que la mirada transmitida que se comparte entre perros y personas es algo real. Aunque parezca algo muy sentimental, los ojos son la ventana del alma y si tomamos en cuenta que nuestros perros son nuestras almas gemelas, entonces este parecido es real”, mencionó Nakajima luego de exponer las fotos a algunos jueces que se encontraban en dicho evento.
Ante esto, una explicación científica se basa en que “el parecido puede ser subconsciente y mediante este podemos extraer señales psicológicas significativas de los ojos”, finalizó el autor del estudio, Sadahiko Nakajima.
En la galería de fotos, perros igualitos a sus dueños.
