Con nostalgia encontré una cuncuna de pompones que realicé cuando estaba en el colegio, en una asignatura llamada técnico manual. Recuerdo que muchas veces, medio a regaña dientes, creábamos paneras, marcos de fotos, pañueleras, percheros y muchas cosas más, sin tomar la importancia que aquellos trabajos nos entregaba, no solo en motricidad.
La reforma educacional cambió las asignaturas de técnico manual, por educación tecnológica y artes plásticas por artes visuales, principalmente para crear futuros ciudadanos que estén más familiarizados con los nuevos avances en tecnologías.
Atrás quedaron los palitos de helados y fósforos, la greda y arcilla, lanas, block, pinturas, que hoy son materiales que llegan casi nuevos a final de año, a diferencia de mi época, que ocupábamos 2 ó 3 blocks por año.
Más que nostalgia, existe un tema que me preocupa un poco más con el cambio de asignaturas y por lo mismo consulte que dos personas expertas, una en psicología educacional y la otra que es una muy querida amiga educadora diferencial. Con ambas llegué a la conclusión que, si bien, el estado prepara educación que esté más cerca a los países desarrollados, para tener la posibilidad de crecer igual que ellos y los niños se adapten a un mundo avanzado para ser futuros productores que ayuden a crecer el país.
Lo que nos inquieta es la parte humana, ya que buscar buenos productores, no son sinónimos a tener seres humanos felices. Una de las principales carencias en la educación actual, es la buena comprensión e integración de las asignaturas, ya que la estimulación que ejercen las actividades manuales, trazos y creaciones, permite estimular al cerebro, favoreciendo algo que se llama “conocimientos significativos” o “crear creando”.
Podemos concluir, que estos futuros adultos podrán saber una mayor cantidad de cosas, pero no en profundidad. Tampoco les entregamos a estos niños la posibilidad de hacer actividades que le permita regular su conducta, como se usa en terapia para bajar los niveles de angustia, estrés, rabia y más.
En internet circula un eslogan que dice “si le enseñáramos meditación a los niños de 8 años, eliminaríamos la violencia en solo una generación” solo quiero agregar que meditar se logra también cuando hacemos manualidades o pintamos.
Saquemos conclusiones que es lo que más nos falta socialmente y con nuestros niños.