Hace ya más de un cuarto de siglo que el hoy algo olvidado realizador holandés Paul Verhoeven entregó uno de sus mejores trabajos de su etapa hollywoodense, la violenta y entretenida “RoboCop”.
Y ahora es otro cineasta extranjero el convocado para filmar la nueva versión del film, en este caso el brasileño José Padilha, quien por su buen manejo de la acción policial y su crítica social -no demasiado aguda o sutil, hay que decirlo- a la realidad menos amable de Río de Janeiro en la película ganadora del Festival de Berlín “Tropa de elite” y su secuela, parecía muy indicado para este nuevo desafío. Y sin duda, a priori se trata de uno de los debuts más prometedores y bien negociados para un director sudamericano en el mercado estadounidense, considerando que no sólo le permitieron contar con importantes integrantes de su habitual equipo artístico brasileño -como el director de fotografía, el montajista y el compositor de la banda sonora- sino además fichar a importantes actores para el elenco.
Basada en el guión de la película original que escribieron Edward Neumeier y Michael Miner, este nuevo “RoboCop” tiene algunas diferencias con la versión de 1987, pero ninguna demasiado significativa, ya que en el fondo sigue siendo la misma historia del policía que tras un grave accidente -en la original moría- sirve de conejillo de Indias para ser el primer hombre convertido en un robot que combate el crimen en Detroit.
Como es de suponer, el film de Padilha tiene efectos especiales aún más sofisticados y logradas escenas de acción, aunque hacia el final le cuesta evitar los clichés y todo pierde fuerza, haciéndose más convencional. Si bien esta nueva entrega también tiene buenas referencias a la actualidad a través de su crítica a la manipulación científica, los ambiciosos intereses corporativos y manejos políticos y cómo los medios de comunicación abordan y a menudo “farandulizan” las temáticas policiales y de seguridad, en el “RoboCop” de Verhoeven todo eso ya estaba presente de manera premonitoria, y mucho más acertada y profunda.
Pero acá al menos se desarrolla algo más el conflicto familiar, y considerando que habitualmente los remakes son innecesarios y notoriamente inferiores a las películas originales, esta producción no sobresale pero se sostiene dignamente, en especial gracias a sus actores, desde el solvente protagonista, Joel Kinnaman, pasando por el gran Gary Oldman y el tan ubicuo Samuel L. Jackson, hasta Michael Keaton, quien últimamente había estado algo desaprovechado y subvalorado.
“RoboCop”
Estados Unidos, 2014
Director: Jose Padilha
Guión: Joshua Zetumer
Actores: Joel Kinnaman, Gary Oldman, Michael Keaton, Abbie Cornish, Jackie Earle Haley, Samuel L. Jackson, Michael K. Williams, Jennifer Ehle, Jay Baruchel, Marianne Jean-Baptiste
Duración: 108 minutos
Un cuento de invierno
Los créditos como guionista cinematográfico del escritor y productor estadounidense Akiva Goldsman no son muy ilustres, incluyendo las dos olvidables películas de Batman que dirigió Joel Schumacher, títulos para el lucimiento de Will Smith como “Yo, robot” y “Soy leyenda”, y filmes de Ron Howard como “El Código Da Vinci” y la ganadora del Oscar “Una mente brillante”. Precisamente por ese último sobrevalorado título Goldsman ganó la estatuilla al mejor guión, y tanto ese premio como su debut como cineasta, “Un cuento de invierno”, parecen demostrar al menos que tiene muy buenos amigos en Hollywood. O que es muy convincente a la hora de atraer nombres de prestigio a un proyecto, porque de otro modo no se concibe que haya reunido a tan atractivo elenco para una historia tan cursi y naif como la de esta película que mezcla romance y fantasía en un guión que llega a dar risa, adaptado por el propio Goldsman de la novela de Mark Helprin publicada hace 30 años.
Este relato ambientado en Nueva York va desde fines del siglo XIX hasta la actualidad, mezclando un amor inmortal entre un amable ladrón y una bella y virginal tuberculosa, con ángeles, seres maléficos, milagros, un caballo volador y el mismísimo Lucifer.
Por mucho que todo sea un cuento como dice su título, se requiere de muy buena voluntad para tragarse la película; si pese a todo funciona, es porque cuenta con una bonita ambientación de época, una bella fotografía del veterano Caleb Deschanel, y sobre todo con un reparto de lujo, encabezado por el carismático y atractivo físico de Colin Farrell y la británica Jessica Brown Findlay (de la serie “Downton Abbey”), y en el que aparecen desde un sobreactuado Russell Crowe, Will Smith, Jennifer Connelly y William Hurt, hasta la casi nonagenaria Eva Marie Saint, ganadora del Oscar hace seis décadas por “Nido de ratas” y recordada además por clásicos como “Intriga internacional”, de Hitchcock.
Todos hacen lo que pueden para convencer recitando sus afectados diálogos, y la verdad es que pese a todo, si lo que se busca es un panorama en la cartelera para el 14 de febrero, “Un cuento de invierno” cumple en buena medida con lo que tradicionalmente muchos espectadores esperan de un film romántico para esta fecha.
Otra cosa es pedirle que además sea una buena película.