Columna de Joel Poblete: "London Calling"

El cine chileno ha entregado valiosas miradas a la percepción que pueden tener los extranjeros que visitan o viven en nuestro territorio – “Y las vacas vuelan”, de Fernando Lavanderos, o “Ulises”, de Óscar Godoy-, pero no ha ofrecido en cambio demasiadas ocasiones para abordar el caso inverso, cuando son los chilenos quienes deben vivir en otro país; salvo contadas excepciones como la lúcida “Diálogos de exiliados”, de Ruiz, la conmovedora “Bastardos sin gloria”, de Vera, o la notable “Música campesina”, de Fuguet, es una temática que aún no ha sido lo suficientemente explorada, y es una de las razones que hacen atractivo al estreno nacional de esta semana, “I am from Chile”, centrada en un joven chileno que llega a vivir a Londres.

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El primer largometraje de Gonzalo Díaz tiene como protagonista a Salvador, quien llega a probar suerte a la capital británica, donde vivirá en el departamento que administra su tía María; ahí deberá compartir con un ruso, una japonesa, una española y otro chileno. Cuando los padres de Salvador le plantean desde Chile que por algunos desajustes económicos no podrán financiarlo, él decide quedarse de todas maneras en Londres, lo que lo obligará a sobrevivir en distintos trabajos, al tiempo que debe adaptarse a la convivencia en el departamento, que aparte de los inevitables líos domésticos y sentimentales, incluye comprender y relacionarse con su tía, quien es a ratos casi una segunda madre y amiga, pero por momentos también parece una veinteañera más, recayendo en viejas adicciones.

En apariencia, esto podría ser simplemente una versión “a la chilena” de la comedia francesa “Piso compartido”, pero aunque guarda más de un elemento en común con ese film de Cédric Klapisch, afortunadamente tiene su sello propio, funciona muy bien por sí mismo y de paso ofrece otra perspectiva de “lo chileno” en un contexto diferente.

Como director y guionista, Díaz mantiene la atención del espectador guiando la historia con buen ritmo, lo que ayuda a que la película sea fluida y dinámica, aunque cuando se acerca el desenlace da la impresión de titubear un poco en cómo cerrarla, lo que de todos modos no afecta el buen resultado final; las situaciones y personajes están muy bien desarrollados, y se sienten creíbles, sobre todo en la naturalidad y frescura de los diálogos, aspecto en el que son fundamentales las logradas actuaciones del elenco: mientras Diego Ruiz e Iván Alvarez de Araya confirman una vez más su talento, Paulina García vuelve a lucirse en un rol muy atractivo como la divertida y compleja María, y para quienes no las conocen, Catalina Aguayo y Tamara Ferreira serán dos gratas sorpresas. Todos los demás personajes están muy bien interpretados, incluso en las breves intervenciones de los padres del protagonista, encarnados por Alejandro Goic y Schlomit Baytelman.

Demostrando una mirada sensible y atenta a los detalles (la acertada y atmosférica banda sonora también está muy bien cuidada), en “I am from Chile” Gonzalo Díaz realiza un trabajo honesto y en clave menor, que a pesar de los reparos que puedan hacerse, conforma un debut muy logrado y prometedor.

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