(Esta carta llegó al diario el fin de semana. Hemos decidido publicarla íntegramente en lugar de la columna de todos los viernes).
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Señor Avello, mi nombre es Luis Antonio Fica Zambrano, le escribo con mucha molestia ya que la semana pasada usted se burló en este diario del albañil y humorista Juan Fica, quien era mi padre, el cual falleció en un accidente automovilístico el año pasado, el cual usted no lo conoció por su verdadero nombre, sino por su nombre artístico, PAN CON CACA. Sé que usted considera que este no es un nombre adecuado para un artista, pero ese era el nombre con que mi padre se dio a conocer, ya que con este seudónimo recorrió muchas fiestas, ya que animó muchos eventos en la Sexta Región, siempre con su humor con picardía, siempre con su característico, “no se ría, si es verdad”, el cual fue muy popular en la zona. “…Yo soy jalero por culpa de mi señora que siempre me dice, trabaja duro, y yo le hago caso y trabajo duro, no se ría, si es verdad…” (parte de la rutina de mi padre).
En el articulo publicado la semana pasada usted dice que conoció a mi padre arriba del bus:
“…En San Fernando se subió un hombre de unos 45 años, vestido con una casaca de verano, completamente empapada. El sujeto me despertó, y amablemente me pidió que me corriera, que ese era su asiento. Se acomodó, y se sacó la chaqueta mojada. Olía a alcohol. Me miró y me dijo: usted es de la televisión, gusto en conocerlo”. Olía a orina. Me contó que estaba casado, que tenía 4 hijos y que era albañil, pero que su verdadero trabajo era el de humorista, que su nombre artístico era “Pan con caca” y que ahora había pedido permiso en su trabajo para asistir a un evento en Osorno. Seguí fingiendo que dormía. “Pan con caca”, con ese nombre es difícil que lo contraten en alguna parte, pensé. Y que mal huele, si me sigue hablando le pediré al auxiliar del bus que lo saquen…”
Esa noche mi padre iba hacer un show, pero nunca lo hizo, porque el bus chocó y mi padre resultó fallecido, quien murió decapitado (con la cabeza cortada) tras ser expulsado por la ventana del bus.
“…En el pavimento estaba tendido el cuerpo del albañil, y su cabeza, unos metros más allá. Pobre hombre, horrible muerte. No aguanté y me puse a llorar. En ese momento la cabeza del albañil rodó hacia mí, me miró y me dijó: señor, acuérdeme de que me tengo que bajar en Osorno, ando distraído, y tengo la cabeza en cualquier parte…”
Señor Avello, ¿le parece que esa historia honra la memoria de mi padre fallecido?, ¿le parece bien decir que la cabeza de mi padre, ya desprendida del resto del cuerpo, le habló?, ¿qué tiene usted en su cabeza? Espero, señor Avello, sinceramente que nunca pierda un ser querido, estoy seguro que no le gustaría que alguien hiciera lo que usted hizo con mi amado padre. Mi madre es una mujer mayor y sufre de una diabetes crónica, pero leyó las basuras que usted escribió, y está muy afectada.
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Es por que eso que no le pido, sino que le exijo, que ofrezca disculpas públicas a mi familia, y que reflexione, señor Avello, ¿por qué?, ¿por qué no fue capaz de respetar la última voluntad de mi padre?, ¿por qué no lo despertó en Osorno?, ¿si él le dijo que allí se tenía que bajar? El era muy profesional, y ahora quedó como un irresponsable en esa ciudad.
Sin otro particular se despide
PAN CON CACA JR
Pd: mi madre ahora esta sola, la únicas que la siguen son las hormigas, recuerde que es diabética, no se ría, sí es verdad…
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