La noche del miércoles pasado pasará a la historia como el día en que nació el nuevo género de poli-telerealidad. Cuando la política llegó a los hogares chilenos a través de la pantalla chica en una entrevista de Don Francisco a la Presidenta Michelle Bachelet, dentro del ciclo ¿Qué le pasa a Chile? que va inmerso en el noticiero central de Canal 13.
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Nadie puede desconocer el poder de Don Francisco, si en Estados Unidos los presidentes le dan entrevistas, por qué no iba a pasar lo mismo en nuestro país. Por eso no extrañó que en tres noches seguidas entrevistará a los ex presidentes Ricardo Lagos, Sebastián Piñera y a la actual Mandataria de todos los chilenos, Michelle Bachelet. Claro que la gran triunfadora de este ciclo fue Bachelet. No cualquiera anuncia al país por la TV que pidió la renuncia a todos sus ministros.
Sin embargo, creo que le faltó llorar. Ahí sí que la hace de oro. No me importan los memes del mundo de Twitter, no me interesa que al ABC1 no le haya gustado la forma, que al 5% de pinochetistas hayan creído que la “Presi” con esto perdió. Presidenta usted sigue siendo el mejor ejemplo de habilidades no tradicionales para el liderazgo. Ya verán los que la criticaron, que esta entrevista tiene un antes y un después en el mundo de la aprobación del votante real, no del opinólogo de moda.
Si alguien quería ver a la “Presi” en el suelo, complicada o sufriendo con la entrevista de Don Francis, se llevó una decepción. Porque nada de eso pasó, se vio cercana, emocionada por momentos y más humana que nunca. No tuvo problemas en reconocer errores y hablar de la crisis política que vive el país hoy. Sin pelos en la lengua dijo que Chile vive una crisis de desconfianza que se suma a la rabia de la masa porque los salarios y pensiones son bajos. Y que la mejor forma de recuperar la confianza de los chilenos es cumplir con las promesas.
Confesó que se equivocó al no dimensionar el problema de su hijo y que no hizo las cosas a tiempo y que no tuvo la fuerza de haber criticado lo que tenía que haber criticado. Dijo que era una persona humana y no infalible y que fue aconsejada a no volver a Santiago cuando estalló el conflicto de su nuera e hijo.
Les guste o no, Don Francisco fue un simple instrumento para que la poli-telerealidad llegara a la TV nacional. La “Presi” prometió cambio de gabinete en 72 horas…está bien…no cumplió la promesa de las 72 horas, porque lo hará este lunes a las nueve de la mañana, pero unas horas más, unas horas menos, da lo mismo, para mí, la Presidenta seguirá siendo la verdadera reina de corazones. Bienvenidos a la “poli-telerealidad”.
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