Hay voluntad de cambiar, por verle el lado amable, época de cambios dicen por ahí. Llega el frío y se va el calor. Barrer con la corrupción parece la consigna, pero dudo que lo consigan, mientras se tenga existencia siempre habrá parásitos. Me cuesta pensar en un Chile mejor, tengo la impresión de que estuvimos mejor y nos la farreamos.
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Algunos maquillan la actualidad con frases prefabricadas y resultados oportunistas, soy más pesimista en ese sentido y creo que, como el cáncer, hay que extirpar las malas prácticas desde la raíz, aunque perdamos un miembro, se mejora la vida.
No hay por qué creer que está todo bien, no debemos creer, los paradigmas pueden llegar a ser una desventaja a la hora de reformular el futuro, o de cómo la rana se quema en un cubo de agua caliente.
El despertar le llaman algunos, otros no les quieren creer, para mí más bien es un período de ajustes, las bases y sus interpretaciones están más bien congeladas en la comodidad de la elite del poder que, lo cual al resto no le conviene, pero algo se viene, y espero se venga bueno.
Hay que verlo en la comida, en cómo la ruptura de los arquetipos generan ganancias. La verdadera revolución es molestarse por tener siempre lo mismo, hablar de modificaciones no debe incomodar, debe estimular entre líneas.
¿Si la hamburguesa siempre fue redonda, debe seguir siéndolo? Hay gente que dijo que no. Y para variar se le ocurrió a unos gringos. Wendy’s es una chica de trenzas que decidió vender hamburguesas cuadradas a través de una franquicia que desde hace un poco de tiempo se asentó en la ciudad.
Ocupando una vistosa esquina en edificación de tres niveles realiza sus gracias este restorán de cadena que bien puede ser que elabore una de las mejores recetas de hamburguesa.
La recomendación a ojos cerrados está en las ya famosas Baconator, que acompaña la carne con suficiente tocino y queso. También está la Daves, que hace lo suyo con queso y verduras clásicas de sanguche agringado. Todas las carnes son de un cuarto de libra, y todas las joyitas de la carta se sirven según antojo con una, dos o tres carnes, una locura.
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En consecuencia, y quizá sin saber el gran acierto, se agradece tanto que el acompañamiento de tu combo salga de las papas fritas.
Es una revelación verse enfrentado a la terrible toma de decisión, papa al horno con diferentes garnituras o el chili de carne que viene siendo un potaje entre un guiso y una porotada. Que delicia, prometo nunca más salir de ese lugar sin degustar ese elixir. Tienen buenos postres y tienen toda la gama de buenas malteadas, así que de estados Unidos a Santiago, todo pasando.
Coordenadas: Wendy’s, Encomenderos 300, Las Condes. Teléfono 02 25854011
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