Columna de Felipe Avello: Entrevista a Felipe Avello

“Enseñar es una de las cosas que más me gusta hacer; a partir de mi experiencia como periodista, rostro de tevé, comediante y actor; y sobre la base de mis errores y aciertos, busco intentar aportar al desarrollo profesional de mi alumnado. Esta es una de las cosas más gratificantes que me ha tocado experimentar y espero hacerlo por muchos años más”.
El que habla es el periodista y comediante Felipe Avello, quien en la actualidad desempeña, entre otras múltiples actividades, el rol de profesor de comedia.
Su curso denominado Taller de stand up comedy popular lo realiza en el mítico Teatro Huemul, ubicado en el corazón del barrio Franklin. Las clases están dirigidas a los vecinos y a toda persona que quiera conocer sobre esta disciplina humorística y no tenga los recursos económicos suficiente para pagar un curso.
“El taller es popular, porque los precios son populares”, dice Felipe, quien ha financiado de su propio bolsillo la matrícula de muchos de sus pupilos.
Alejado hace ya unos meses de la televisión y con una vasta experiencia en diversos medios y en espectáculos en vivo, a Avello muchos de sus alumnos y colegas lo consideran el mejor del medio. Siempre creativo y poseedor de un atípico espíritu aventurero, su trabajo es singularmente sorprendente, divertido y con un marcado sello personal.
“El espectáculo de Felipe Avello es el mejor que he visto en mucho tiempo”, comenta Fernando Sangiao, destacado comediante argentino que tuvo la oportunidad de ver el trabajo de nuestro compatriota en la reciente gira que Avello realizó por Buenos Aires.
“Nunca vi algo así, Avello es lo nuevo, lo refrescante; con el resto de mis colegas comediantes y actores, quedamos muy sorprendidos. Avello es uno de los mejores comediantes, creadores y artistas de América; por mí que se viniera a trabajar acá, en Chile siento, con todo respeto, que no lo valoran lo suficiente”.
Sin embargo Felipe, a sus 41 años, se toma los halagos con calma; siente que recién está partiendo; es sencillo, cálido y mesurado, pero sin duda, e incluso a su pesar, en los últimos años se ha convertido en todo un referente; sobrepasando por mucho a sus contemporáneos y en especial a las generaciones nuevas que, ansiosas y llenas de frustración, no logran el efecto sicosonoro que sí consiguen sus intervenciones, alocuciones, shows y peroratas.
Felipe nos recibe en su residencia ubicada en la playa Las Cruces, lugar donde otros creadores como Nicanor Parra, de quien es vecino  (viven en la misma  cuadra y se les compara con frecuencia), han elegido también como su refugio.
En una casa sencilla que él mismo construyó, vive con su actual pareja, la hermosa surfista hawaiana Coco Ho de 23 años que el año pasado logró notoriedad por posar desnuda para la cadena ESPN en el especial Body Issue que reclutó a las deportistas más bellas del planeta.
Cuando a Felipe le preguntaron si se había puesto celoso, sólo atinó a sonreír a la cámara (fue entrevistado por varias cadenas extranjeras) y decir que se sentía satisfecho con el trabajo realizado por su novia.
“Cuando lleguemos a casa le daré un buen masaje, nos ducharemos con agua bien caliente, y la voy a premiar por su buen de-sempeño como modelo”, dijo en esa oportunidad, pícaro y guiñando uno de sus intensos ojos verdes.
A Felipe le gusta vivir en la playa, porque el mar evoca su niñez. “Crecí en una humilde caleta de pescadores cerca de la ciudad de Lota, allí debía acompañar a mi padre a pescar, muy de madrugada. Quizá por eso me acostumbré a levantarme temprano”.
Avello cuenta que luego de internarse en el mar por horas y soportar bajas temperaturas, debía volver a casa, ponerse el uniforme y partir al colegio.
Sus profesores de la época lo recuerdan como un alumno participativo, sociable y por sobre todo solidario. “Todos sabíamos que su padre lo llevaba a pescar muy temprano, y que venía de un hogar muy humilde, por eso todos lo querían, además que todos los años obtenía el premio al mejor alumno debido a sus altas calificaciones en la mayoría de las asignaturas. Desde esa época que le dicen “El pececillo”. El testimonio es de Ramona Ibarra, profesora de la asignatura de castellano y quien se emociona al recordar los pasos de Felipe por las aulas de la vieja escuela E 703 de Lota, donde ella aún imparte clases.
“Siempre supe que le iría bien, no sólo era buen alumno, además tenía un corazón gigante”, concluye la anciana.
En la actualidad, Avello además de impartir clases a alumnos de escasos recursos, y realizar intensas giras por todo Chile, acompaña cada vez que puede a su novia surfista a los compromisos deportivos que ella tiene alrededor del planeta.
Paralelamente prepara su autobiografía, que publicará a través de la editorial Random House Mondadori que será editada en toda America Latina y España.  
Nada mal para este inquieto geminiano que pese a lo increíble que parezca, no tiene auspiciadores ni financistas que lo apoyen; aunque la verdad, a él no le importa.
“No me interesa, fíjate, que los empresarios y sus marcas se queden con su plata. Yo, en tanto, me quedo con mi libertad”.
 Así es Felipe: soñador, rebelde, loco, creativo y genial. Valorémoslo más, y démosle más trabajo.

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Pd: La entrevista fue realizada por mí mismo.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

 

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