Columna de Magdalena Piñera: Amanece en Latinoamérica

Sí, amanece en Latinoamérica, porque los resultados de las últimas elecciones de Argentina, Colombia y Guatemala alientan la esperanza de que se acerca el fin del poder de los proyectos populistas de extrema izquierda que han gobernado nuestra región en las últimas décadas.

El triunfo de la coalición de Macri, “Cambiemos”, representa la necesidad de cambio para millones de argentinos que anhelan un país reconciliado y con oportunidades para todos. En Guatemala ganó la Presidencia Jimmy Morales, candidato de la centroderecha, con un contundente 68,5% de los votos. Y en Colombia triunfó el centroderechista Enrique Peñalosa, quien desplazó a la izquierda de la alcaldía de Bogotá.

Ninguna encuesta pronosticó el buen resultado y posible triunfo en Argentina de Mauricio Macri, líder de “Cambiemos” y artífice de un episodio inédito en la historia argentina: nunca antes se había definido una elección presidencial en segunda vuelta. Ese solo hecho ya marca un hito que representa el comienzo de una nueva etapa en la política transandina y el fin de 12 años de kichnerismo, marcados por un largo estancamiento económico, la falta de transparencia del Estado, diversos escándalos de corrupción, acusaciones de populismo, control de la prensa y acumulación desmedida del poder.

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El triunfo de Macri en la segunda vuelta podría evitar que Argentina termine como Venezuela, un país donde según la organización de defensa de los derechos humanos, Human Rights Watch, “la acumulación de poder en el ejecutivo y el deterioro de las garantías de derechos humanos han permitido que el gobierno intimide, censure y enjuicie a sus críticos”.

Hace poco, conocimos el video donde aparece el fiscal venezolano que condenó a la cárcel a Leopoldo López, Franklin Nieves, confesando que huyó de Venezuela porque estaba siendo presionado por sus superiores y por el gobierno de Maduro para admitir pruebas falsas en contra de López.

Venezuela también tendrá elecciones en poco tiempo. El 6 de diciembre, elegirá a sus representantes parlamentarios, sin embargo el presidente Maduro rechazó la presencia de observadores internacionales en el proceso. ¿Por qué? La mejor respuesta la dio el propio Maduro al decir que si perdía habría un caos: “Yo lo juré: en ninguna circunstancia este hombre que está aquí, Nicolás Maduro, y nuestro pueblo entregarán los logros de la revolución, ni traicionarán los logros de la revolución. Preparémonos para defender esta revolución en el escenario que nos toque defenderla y el 6 de diciembre a ganar como sea”.

Es evidente que Venezuela sufre una dictadura de facto, por eso resulta muy grave que una parte de la izquierda chilena apoye al régimen de Maduro, sea guardando silencio frente a las violaciones a los derechos humanos o elogiando abiertamente a su gobierno, como lo hacen algunos parlamentarios e incluso jóvenes, como el candidato de la izquierda a la Feuc quien refiriéndose al chavismo dijo que “ha sido un proceso positivo para el pueblo venezolano”.

En Guatemala, Venezuela o Argentina, los populistas estimulan las expectativas de las personas para ganarse su confianza y apoyo. Con promesas vagas obtienen un rápido respaldo ciudadano que, inevitablemente, terminan perdiendo cuando las personas se dan cuenta que las utopías anunciadas en la campaña, como el fin de la desigualdad, la Constitución perfecta o la educación con gratuidad universal no pueden cumplirse porque no hay plata o porque, simplemente, eran tongos electorales.

La democracia es el mejor remedio contra el populismo, por eso el populismo es el peor enemigo de la democracia. En Latinoamérica el populismo se valió de la democracia para conquistar el poder y desde ahí corromper a las instituciones republicanas.

Cuidemos a Chile y a nuestra democracia, combatiendo, siempre y desde el primer momento, cualquier asomo de populismo.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

 

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