Los trabajadores ya no están contentos sólo con recibir un sueldo digno por su trabajo, al contrario, cada vez más se está valorando el “salario emocional”, que consiste en que las empresas se preocupen de la felicidad de sus trabajadores entregándoles ciertos beneficios no monetarios.
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“La satisfacción laboral no solo depende de un buen cargo y sueldo, sino también de otros beneficios, que apoyen el equilibrio integral del trabajador con su familia y entorno; también, el ayudarle a habilitar el desarrollo de necesidades más elevadas que contribuyan a su espíritu y calidad de vida”, explica Jorge Gándara, gerente general de PayRoll Bienestar.
¿En qué consisten específicamente esos beneficios? Virginia Pandolfo, ejecutiva de la Unidad Formativa de PayRoll Bienestar, cuenta que algunos de ellos se enfocan en la flexibilidad, por ejemplo, dejándolos salir más temprano los viernes, generar horarios flexibles y también permitirles vestirse “casual” una vez a la semana, es decir, sin corbata ni faldas.
“Entregar un ´salario emocional´tiene un valor agregado bastante importante, porque hoy las nuevas generaciones de trabajadores esperan mucho más de sus jefes y empresas, y es muy importante que se desarrollen programas que permitan este tipo de beneficios, sobre todo para los más jóvenes que están más exigentes, ya que no sólo piden un buen sueldo, sino que un buen grupo de trabajo y estar más con la familia”, explica Pandolfo y agrega que de esa forma, ellos se sienten entendidos por la empresa y respetados a la vez.
Concuerda con ambos expertos María Loreto Ferrari, directora de la Escuela de Negocios Aiep, quien explica que si pensamos que en el mundo actual, sobre todo en las grandes ciudades, las personas tienen menos tiempo para disfrutar de su familia, de hacer sus trámites y tener espacios para sí mismos, “se hace vaporable que las empresas puedan apoyar a sus empleados a manejar esta polifuncionalidad, de forma que se sientan motivados y que objetivamente se apoye la productividad”.
Agrega que “quienes tienen familia y en particular, las mujeres trabajadoras, valorarán la guardería infantil, jornada flexible, programas anti estrés, día libre para el cumpleaños, celebración del día del niño en familia, entre otros. Entre los más jóvenes, actividades físicas, recreacionales y de autocuidado pueden ser también valoradas. Entre los mayores, el sentir que su trabajo o el proyecto en que se está involucrado es trascendente también es un incentivo emocional”.
Gándara por su parte, explica también que ” es importante que las empresas entreguen apoyo a sus colaboradores en temas financieros, aconsejen sobre como administrar el sueldo y no caer en sobreendeudamiento, acerca de como llegar al período de jubilación y de qué manera aumentar la pensión. Además, de una serie de beneficios como convenios de salud, servicios, apoyo a quienes son madres y padres, entre otros”.
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¿Y para las empresas?
Ferrari asegura que es una buena forma de fidelidad a los trabajadores a un relativo bajo costo. “Un paquete de beneficios que le permitan al colaborador trabajar tranquilo, disfrutar su tiempo libre o liberarse del estrés pueden ser, objetivamente, buenas razones para quedarse en un trabajo y, por cierto, mucho más atractiva que un seguro de vida”, dice.
Virginia Pandolfo de PayRoll Bienestar dice que para la empresa los beneficios son retener los talentos, bajar el porcentaje de ausentismo laboral y se genera una mayor calidad de trabajo al tener al trabajador motivado en otros aspectos.