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Beatriz Stange
Aceptar críticas de buena forma no suele ser una práctica muy común entre las personas, ya que a nadie le gusta que dejen al descubierto las falencias de su desempeño. Pero más difícil se torna la situación cuando este tipo de comentarios provienen precisamente del jefe.
¿Qué no debemos hacer cuando esto sucede? “Ni llorar, ni confrontar, ni enojarse son reacciones óptimas frente a las críticas de los jefes”, explica Jéssica Kraemer, sicóloga laboral de la empresa de recursos humanos GrupoExpro.
Más en detalle, Kraemer, sostiene que al llorar, “la persona criticada bloquea su parte racional y no puede explicar los factores que pueden estar incidiendo en la falla laboral” y que además es una mala señal “porque la persona manifiesta que las críticas las toma como algo personal, cuando en realidad el jefe está criticando el desempeño de tareas”.
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Confrontarlo tampoco es la opción, porque en la mayoría de los casos, este tipo de críticas vienen desde “una perspectiva constructiva, pues es al propio jefe a quien interesa que el trabajo se realice bien y por lo tanto potenciar el desempeño de quienes trabajan con él”.
¿Cómo enfrentarlo?
“Una crítica debe ser escuchada, analizada, evaluada. En caso que amerite respuesta, es muy saludable propiciar un espacio para responder la crítica de manera clara y argumentada”, dice Mariana Fagalde, directora de la escuela de Sicología de la U del Pacífico.
En dicho punto coincide Kraemer, para quien “se debe generar un espacio de conversación con la jefatura ya que lo óptimo es que los puntos de ambos puedan llegar a un acuerdo manteniendo el respeto y límites de acuerdo a una relación laboral”.
Fagalde agrega que “aceptar una crítica permite crecer y mejorar un comportamiento en un determinado contexto, simplemente. Las críticas deben ser recibidas y analizadas intentando que tanto nuestro ego como nuestras emociones no nos impidan dar una mirada justa al contenido de la crítica”.
“La crítica es parte de la vida; pensar que nuestra experiencia puede prescindir de recibir críticas, es una manera poco realista de imaginar nuestro camino”, finaliza Fagalde.
