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Este miércoles y durante dos sesiones en la mañana y la tarde, los diputados debatieron sobre las modificaciones realizadas al proyecto de reforma tributaria, y que se materializaron en 140 enmiendas, las que finalmente fueron aprobadas por lo que el proyecto fue despachado.
Antes del inicio de la jornada, parlamentarios de oposición hicieron saber que votarían en contra, ya sea por algunas de las indicaciones por la totalidad del proyecto.
Por parte de Renovación Nacional, el diputado Alejandro Santana, integrante de la comisión de Hacienda de la Corporación, señaló que “rechazarán todos los artículos que le hacen daño a la gente más modesta, a la micro y pequeña empresa”.
En tanto, el diputado Joaquín Godoy reiteró el rechazo de los tres diputados de Amplitud al proyecto del Gobierno, y criticó a los partidos de la Alianza que firmaron un acuerdo para aprobarla y aseguró que esta reforma a sistema tributario la pagarán “los más pobres y la clase media”.
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Ya en el desarrollo del debate, las críticas también aparecieron de parte de algunos legisladores de la Nueva Mayoría. El presidente de la Comisión de Hacienda de la Corporación, el diputado DC Pablo Lorenzini, expresó sus reparos frente a algunas de las enmiendas como la que permitirá a las personas traer capitales desde el extranjero pagando un impuesto rebajado del 8%, además puso en duda que la recaudación de la Reforma. “Dudo de los US$8.300 millones y tampoco sé donde irán esos recursos”, dijo.
En ese escenario, Lorenzini fue enfático al señalar que “en los próximos años va a ver otra reforma tributaria integral”.
Aunque otros parlamentarios del gremialismo hicieron saber que pese a que aprobarán la Reforma, están en desacuerdo con su contenido. “Pasaron (en el Senado) de una reforma horriblemente mala a una mala”, aseguró, Felipe De Mussy. Mientras el presidente de la UDI, el diputado Ernesto Silva insistió en la crítica sobre la utilización de los recursos que se generarán, señalando que “tenemos derecho a exigir un muy buen uso de los recursos”, sostuvo.
Quien también expresó sus críticas al resultado final del proyecto fue el diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, quien dijo que “esta no es la reforma tributaria que yo hubiera querido”, asegurando que la sensación es compartida por el ministro y el subsecretario de Hacienda.
En esa línea, el exdirigente estudiantil sostuvo que “nos quedamos cortos en convicción” y acusó una serie de omisiones como la aplicación de un royalty a la minería. “Quedarán muchos temas pendientes”, concluyó. Mientras su par, Gabriel Boric criticó una serie de aspecto de la iniciativa, pero estimó que aún así “es una reforma necesaria”.
Hacia el final, el ministro Arenas declaró que el proyecto tiene todos los elementos para reactivar la economía. “Este sin duda será un hecho histórico”, aseguró, debido a que asegura que es el cambio tributario más profundo y que fue realizado con el apoyo transversal de todos los partidos políticos.
Por otro lado, respecto de la crítica trasversal al retorno de capitales desde el extranjero, el secretario de Estado aseveró que este programa seguirá “los más estrictos estándares” de la OCDE y que la Reforma “obliga a levantar secreto bancario a rentas y capitales que se acojan a programa de capitales extranjeros”.
Una vez finalizada la votación, Arenas quiso “agradecer con la celeridad y la eficiencia” con que el Congreso tramitó el proyecto, lo que permitirá incluir los recursos adicionales que se generarán en la Ley de Presupuesto de 2015 e insistió en “que permite entregar estabilidad y certidumbre al mercado”.