Economía

Más del 30% de las comunas del país no tiene un plano regulador propio

Estudio de la CChC, además reveló que de las que sí tienen una norma, ésta resulta ser muy antigua.

Cuando se conoció el polémico caso de las torres de departamentos en Estación Central, lo que el intendente Claudio Orrego denominó como «guetos verticales», se dio cuenta que esa comuna no contaba con una norma que regule la construcción de edificios.

En ese contexto, este jueves la  Cámara Chilena de la Construcción (CChC) presentó un diagnóstico del estado de la planificación urbana en las comunas del país, el que reveló que 110 de las 346 comunas, es decir el 32%, no contaba con un plan regulador comunal propio a diciembre de 2016.

En tanto, de considerarse solo las que tienen más de 50.000 habitantes, se observa que el 14% de ellas y donde residen más de 1.250.000 personas, no disponía de este tipo de norma, por lo que se regía por planes reguladores de las comunas que le dieron origen o por planos reguladores intercomunales o metropolitanos. De hecho, parte de Estación Central está regulada con la norma que Santiago Centro, debido a que antes estas dos comunas eran una sola.

En  tanto, de las que suman más de 50.000 habitantes que sí tenían planes reguladores comunales propios, el 60% de estos tiene más de 10 años de antigüedad, con un promedio de 17,3 años.

“En la obsolescencia e ineficacia del sistema y los instrumentos utilizados para planificar el desarrollo de las ciudades está la base de la crisis que vive nuestro país en esta materia y que se refleja en vecinos que sienten amenazadas sus condiciones de vida por la construcción de edificios», sostuvo al respecto el presidente de la CChC, Sergio Torretti.

Asimismo subrayó la existencia de una creciente tensión entre comunidades y empresas inmobiliarias, descoordinación en la gestión urbana, escasez relativa de suelo, más dificultades para ejecutar proyectos, limitaciones a la oferta de viviendas y mayor segregación social, entre otros.

En ese sentido, el dirigente gremial agregó que “hay que pasar de las denuncias a la acción, revisando y modificando el marco normativo que regula el desarrollo de las ciudades. Tenemos que avanzar hacia una nueva convivencia urbana y como gremio queremos aportar a ese desafío”.

Cabe señalar que los planes reguladores comunales son el instrumento de planificación más importante de una comuna, ya que establecen lineamientos para el desarrollo físico de sus áreas urbanas. Éstos se estructuran sobre la base de un conjunto de normas urbanísticas tendientes a fijar la relación entre zonas habitacionales, de trabajo, equipamiento y esparcimiento, así como a establecer las condiciones y características de las construcciones.

 

Un tercio de las comunas de la RM está en situación similar

En línea con las cifras observadas a nivel nacional, este reporte dio cuenta que el 33% de las 52 comunas de la Región Metropolitana no contaba a diciembre de 2016 con un Plan Regulador Comunal propio. Asimismo, si se consideran solo las comunas de la RM con más de 50.000 habitantes, 21% de ellas, que reúnen a casi un millón de personas, no disponía de un instrumento propio de planificación.

Cabe destacar que de las doce comunas de Chile con más de la cantidad de residentes antes mencionada que no contaban con una norma propia, nueve forman parte de la Región Metropolitana, siendo las más pobladas La Pintana, El Bosque, Estación Central y Pedro Aguirre Cerda, en todas las cuales residen más de 100.000 personas, según datos del censo considerado para este estudio.

Por su parte, el promedio de antigüedad de los planes reguladores comunales de las comunas de la Región Metropolitana ascendía a 16,7 años.

Frente a esta realidad, la CChC hizo una serie de propuestas para ir avanzando en una renovación de la planificación urbana del país, sostenidas en tres pilares fundamentales:

 

  1. Adaptabilidad: a partir de una visión de largo plazo, las ciudades y comunas deber poder adaptarse, creciendo por extensión, densificación y renovación, para acoger a nuevos habitantes de todos los estratos socioeconómicos sin afectar la calidad de vida de los actuales residentes.
  2. Planificación: ésta debe ser sistemática, participativa (amplia, oportuna, indicativa y propositiva), accesible y comprensible para todos, que vele por la integración social y que coordine las acciones de los entes que actúan sobre el territorio.
  3. Gobernanza: las áreas metropolitanas deben tener un gobierno metropolitano, que puede recaer en una persona elegida democráticamente, en un órgano público o en un ente público-privado, tal como existe en algunos países desarrollados.

 

Por último, Torretti, hizo un llamado a radicar este debate en el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (Cndu), organismo creado para velar por la implementación de la Política Nacional de Desarrollo Urbano oficializada el año 2014.

“El Consejo ha hecho propuestas concretas y en su mayoría consensuadas para mejorar la planificación urbana para ‘la construcción de ciudades más equitativas y justas, más integradas socialmente, más democráticas y participativas’. Es momento de revisarlas e impulsarlas. Como gremio vamos a contribuir a que ello ocurra”, concluyó el dirigente.

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