Terapia Ocupacional: Una carrera que requiere vocación de servicio

Estudiar por cinco años esta carrera universitaria que concede el título de Terapeuta Ocupacional y el grado académico de Licenciado en Cs. de la Ocupación Humana, necesita que la persona le guste el área de la salud y ayudar a las personas a rehabilitarse para alcanzar la autonomía

Si una persona sufre de un accidente cerebro vascular y logra salvar su vida, será atendido por un equipo de salud multidisciplinario, entre ellos, por un terapeuta ocupacional, quien volverá a enseñarle a cómo asearse, vestirse, alimentarse, escribir, etc. No se trata de una carrera nueva, sino que tal vez poco conocida. De hecho, en 1963 la Universidad de Chile creó la Escuela de Terapia Ocupacional gracias a un convenio firmado con la Organización Panamericana de la Salud.

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El objetivo de esta escuela –manifiestan en la U. de Chile- “es formar terapeutas ocupacionales, licenciados en Ciencia de la Ocupación, capaces de responder a la problemática que enfrenta el país respecto de la integración social de grupos vulnerables y de personas con discapacidad. Para ello este profesional posee una formación que le permite desarrollar acciones preventivas y estrategias tendientes a favorecer el desempeño ocupacional de personas con disfunciones físicas, psiquiátricas, discapacidades del desarrollo y problemáticas psicosociales”.

En tanto, en la Universidad Mayor subrayan que el terapeuta ocupacional egresado de esta casa de estudios, “es un profesional que cuenta con recursos para un actuar competente, pudiendo diseñar, gestionar, evaluar e intervenir, con el fin de apoyar el desempeño ocupacional de personas y comunidades en los ámbitos de promoción, prevención, tratamiento, rehabilitación e inclusión social de personas sanas, enfermas, con discapacidad o que experimentan algún tipo de vulneración social”. Además precisan que es un profesional “que utiliza las actividades significativas, las relaciones interpersonales, y la gestión de recursos y del ambiente, para favorecer el bienestar y la salud, en todas las etapas del ciclo vital”.

Por su parte, Alejandra Jara Urzúa, coordinadora nacional de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad Santo Tomás (UST), dice que “el terapeuta ocupacional busca facilitar la participación e inclusión social de las personas que se encuentren o no en situación de discapacidad, utilizando para esto las actividades de la vida diaria, hábitos, roles, rutina, y también mediante la adquisición o desarrollo de habilidades necesarias para ello. Como puntos centrales tenemos la búsqueda de bienestar y mejorar la calidad de vida de las personas”.

Urzúa asegura que lo más atractivo de esta carrera y/o profesión es “la mirada integral del ser humano, incluyendo aspectos psicológicos, sociales, culturales y de salud”. A la vez considera que el perfil que debiera tener el joven para estudiar exitosamente este programa es: “tener gran iniciativa, ser emprendedores, creativos, con compromiso social e interés en trabajar con grupos humanos diversos, con respeto y valoración de sus derechos, intereses y decisiones”.

Además advierte que los futuros alumnos de esta carrera “deben estar conscientes de la rigurosidad que requiere -sobre todo en los primero años- el estudio de ciencias humanas y biológicas, para el posterior desarrollo profesional”. 

Igualmente afirma que “la demanda de los profesionales continúa aumentando y de manera especial en regiones”, y que se trata de una carrera “con una fuerte validación en contextos de salud, educacionales, de justicia, organizaciones no gubernamentales, servicios públicos y privados. Vale decir, con un amplio rango de espacios para inserción laboral”.

Cabe destacar que “los terapeutas ocupacionales se desempeñan en hospitales, clínicas, centros de atención especial, hogares y escuelas, entre otros, dirigidos especialmente a personas con impedimentos físicos o psíquicos de diversa índole. Lo más frecuente es la participación en equipos interdisciplinarios, para el desarrollo de centros de rehabilitación de menores y adultos”, precisan en la U. de Chile.

Cifras de la carrera

  1. Años de estudio: 5
  2. Ingresos brutos mensuales al 1er año: $673.573
  3. Ingresos brutos mensuales al 5º año: $886.141
  4. Empleabilidad al 1er año post titulación: 94,8%
  5. Número de titulados (2013): 283
  6. Número de programas que la imparten: 38
  7. Arancel: 2,5 a 2,9 millones (13 de los programas)
  8. Fuente: Mifuturo.cl
     

Testimonio
 

“Nuestro quehacer es muy importante”

Así lo afirma Jazna Vivanco, estudiante de 4º año de la carrera de Terapia Ocupacional en la Universidad Santo Tomás (UST), institución que eligió “por el hecho de ser una buena Universidad en el área de la salud y también porque me ayudaban en el financiamiento de la carrera, por medio de becas propias de la Universidad”, dice. 

Lo cierto es que Jazna está fascinada con este programa de estudios, principalmente porque una vez titulada podrá desarrollar su vocación de servicio, de ayuda a las personas que por determinadas circunstancias se ven imposibilitadas de realizar sus actividades diarias de forma autónoma. Y una vez que obtenga su título universitario, comenta que le gustaría trabajar como terapeuta ocupacional en la especialidad de Pediatría, es decir, con niños. 

De lo único que se queja sobre su carrera, es que a pesar de su relevancia “aún es desconocida”.

-¿Por qué motivos decidiste estudiar Terapia Ocupacional?

-Porque me interesaba el área de salud, pero quería un contacto más cercano con las personas. Además me interesó que esta carrera ayuda a las personas a poder realizar aquello que quieren; por lo tanto, nuestro quehacer es muy importante.

-¿La carrera ha sido lo que esperabas? 

-Sí, y me ha sorprendido gratamente ya que me he dado cuenta de lo importante que es el ayudar a una persona a realizar sus actividades de forma autónoma. Por ejemplo, en el caso de una persona que sufre un accidente cerebro vascular, los terapeutas ocupacionales podemos volver a enseñarle a vestirse, a cortar la carne, etc. O a un niño que tiene Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), ayudarlo a desenvolverse mejor en la escuela, a relacionarse con sus compañeros. Creo que la mayor recompensa es ver a personas felices de poder realizar aquello que tanto deseaban, y ver el cambio que logran a través de la intervención.

-¿Cuál es el ramo más entretenido para ti particularmente y el más difícil para gran parte de tus compañeros?

-Es difícil decidirme por un solo ramo que sea entretenido, pero creo que Psicomotricidad es uno de ellos, ya que uno aprende mucho sobre el desarrollo de los niños, empieza a interactuar y trabajar con ellos, lo que es muy entretenido, y lo disfruta tanto uno como el menor. Por otro lado, creo que el ramo más difícil para gran parte de mis compañeros ha sido Biomecánica, ya que es un ramo complejo en donde tienes que comprender todos los mecanismos por los cuales funciona el cuerpo humano, relacionando la anatomía con la física.

-¿En qué semestre de tu carrera comienzas la práctica profesional? 

-La práctica profesional como tal, comienza en el 9º semestre o quinto año. Sin embargo, desde el primer año se realizan diferentes “terrenos” a centros, donde observamos la labor del terapeuta ocupacional en diferentes áreas: físico, mental, trabajo con niños, etc. A medida que vamos aprendiendo vamos siendo un agente más activo, realizamos evaluaciones y planificaciones, hasta que en cuarto año de la carrera ya realizamos intervenciones propiamente tal; por lo cual, al llegar en quinto año a la práctica profesional ya tienes experiencia en el campo, y mayor conocimiento y seguridad para enfrentarla.

¿En qué campo, área, institución piensas o te gustaría trabajar cuando ya estés titulada? ¿Por qué?

-Me gustaría dedicarme a pediatría en general, aunque con un mayor interés en neonatología, ya que siento que es necesario comenzar a estimular y realizar los tratamientos de forma precoz, porque se logran mejores resultados. Además, nuestra tarea es fundamental, porque los padres se encuentran abrumados frente a la situación en la que se encuentra su hijo, y es muy importante acompañar a toda la familia en dicho proceso. 

– Según tu apreciación personal, ¿Terapia Ocupacional es una carrera compleja, fácil o de dificultad moderada? 

-No me es posible catalogar la carrera dentro de alguna de estas categorías, ya que siento que la Terapia Ocupacional es una carrera que necesita conocimientos médicos, patologías, exámenes, medicamentos y también otros conocimientos como las actividades de la vida diaria, los componentes de las actividades, entre otros. No creo que sea una carrera fácil o compleja, creo que va en el compromiso y pasión que uno tenga por su carrera. Si a uno no le gusta lo que estudia, obviamente la va a encontrar difícil y le va a costar aprender los conocimientos necesarios. Sin embargo, si a uno le gusta lo que hace y tiene una meta clara, las complejidades van a estar, pero se harán más llevaderas. 

-¿A qué tipo de jóvenes le sugerirías cursar esta carrera?

-A jóvenes que tengan vocación al servicio, que quieran estar en contacto con la gente y que quieran trabajar con la persona viéndola de forma global; es decir, no sólo la mente, no sólo el cuerpo, sino la persona en su totalidad. También a quienes se sientan interesados en ayudar a los demás a realizar sus metas y reinsertarlos en sus labores, ya sea comer solo, andar bicicleta, volver a trabajar, etc.

– Por último, qué es “lo bueno” y “lo malo” de esta carrera? 

-Lo bueno de la carrera es la mirada holística de la persona y la integridad de los conocimientos que presenta el terapeuta ocupacional, formándose en todas las áreas de desempeño. Lo malo es el desconocimiento de la carrera a pesar de los años que lleva en Chile. 

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