Lo que debió ser una jornada histórica de celebración y emotividad, terminó con incidentes vergonzosos. Todo inició tras el retraso del grupo de los ex La Ley, DíaCero. Según cuentan a Publimetro testigos de la polémica, los problemas técnicos que sufrió el grupo, que se presentaba antes de lo que sería la despedida de los escenarios de Jorge González, hicieron que por unos minutos la voz de Los Prisioneros pusiera en duda su presentación en «La Cumbre del Rock Chileno». González habría manifestado que no quería tocar, pero su entorno lo convenció de que su presentación se realizara tal como estaba previsto.
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Este hecho no fue bien recibido por la familia de la voz de «Tren al sur». Entre los presentes, los más visibles eran sus tres hijos, quienes estuvieron todo el rato junto a su padre. Fueron justo ellos quienes lo acompañaron en el momento que gatilló el conflicto final: la entrega del premio Icono del rock a Álvaro Henríquez.
La molestia, principalmente de los hermanos del artista, se habría generado por la decisión de que Jorge González se levantará y caminará hasta el encuentro de los dos escenarios para hacer entrega del galardón a la voz de Los Tres. El compromiso previo era exponerlo lo menos posible, pues su condición de salud le impide moverse correctamente y le significa un esfuerzo adicional.
Por esto, de acuerdo a testigos, tras bambalinas los músicos de González, su representante Alfonso Carbone y miembros de la familia del músico se enfrascaron en duro enfrentamiento que subió de tono hasta llegar a los golpes. Gonzalo Yáñez habría sido uno de los afectados, tras recibir uno de los empujones que tuvieron lugar en la pelea.
Un momento tenso que fue tema de conversación entre la gente que estaba atrás del escenario, quienes tuvieron que intervenir durante el conflicto para separar a ambas partes y que así la disputa no pasará a mayores.
Publimetro intentó comunicarse con Carbone, pero hasta este momento se encuentra con su celular desconectado.
Conflicto de años
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Las disputas entre la familia del ex Los Prisioneros y su manager no son nuevas. Cercanos al círculo íntimo de Jorge González revelaron a este medio que los conflictos comenzaron poco después de que el artista padeciera su accidente cerebrovascular.
Ocurre que con su salud deteriorada, los cuidados de González quedaron en manos de Carbone y los hijos del músico. No obstante, los hermanos del intérprete de «Fe» y su padre quisieron asumir un rol más protagónico en el tema y comenzaron las desavenencias.
Todo se complicó aún más luego que estos últimos tomaran el «mando» en cuanto al cuidado del vocalista se refiere, trasladándolo a un departamento de San Miguel y tomando decisiones que se contraponían a las recomendaciones del manager. Un ejemplo de esto fue la negativa de los hermanos de continuar contando con una enfermera (que Carbone sí le tenía) que le brindara las atenciones que pudiera llegar a necesitar.
Los dimes y diretes han sido una constante. Sin embargo, aseguran que en los temas artísticos González sigue siendo el que tiene la última palabra ya que su inteligencia está intacta, sólo tiene problemas de motricidad.
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