Es la gran carta del Festival de Viña del Mar 2017. Tanto para el público, que ha manifestado constantemente su fanatismo por Maluma en las distintas actividades que ha realizado en su primer día en la quinta región, como para la organización del evento. El colombiano, al ser unos de los primeros números cerrados para presentarse en esta edición del certamen, se ha convertido
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en el lujo diario a ver en la Quinta Vergara, ya que explosivo 2016 hacen imposible negar lo inasequible que sería contar con un nombre de su actualidad sietes días en Chile.
Las 24 primeras horas Juan Luis Londoño Arias, su verdadero nombre, no han dejado indiferente a nadie. Tras su llegada a la casa que la organización le facilitó en Bosque de Montemar, el cantante ha desatado una locura que promete ir en aumento.
Su primer acercamiento con sus seguidores nacionales se concretó durante su llegada cerca de la media noche, cuando el colombiano salió, de la que será su residencia por estos siete días, a saludar a una centena de fanáticos y a dar sus primeras declaraciones en Chile a noteros de distintos programas de la señal oficial a cargo del evento.
Luego de este saludo, Maluma dio inicio a una fiesta de bienvenida. Una celebración junto a su círculo íntimo que lo acompañará durante su estadía en Viña del Mar. El festejo duró hasta cerca de las cuatro de la mañana. Vecinos, quienes arrendaron la casa continua sin saber que la luminaria de este Festival de Viña se hospedaría a tan solo pasos de ellos, comentaron a Publimetro que fue una noche tranquila y que la fiesta terminó en el jacuzzi. Afuera, cerca de diez personas pasaron la noche de largo a la espera de alguna gentileza de su ídolo.
A la casa ingresaron un par de maestros, quienes debieron dejar sus celulares a la asesora del hogar a cargo de la vivienda antes de entrar a realizar los trabajos para los que fueron convocados. Los guardias que custodiaban el ingreso siempre fueron silentes y de pocas palabras hacia los seguidores que se acercaban al portón. “Fue a almorzar”, respondían escuetamente.
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Y claro, al medio día Maluma era parte de la conferencia oficial del jurado del Festival. “Chile se ha convertido en un país especial para mí, quiero que sepan que mi cariño es mutuo y los amo”, dijo en su encuentro con la prensa.
Tras este acto oficial, el jurado fue a almorzar al restaurante Chez Gerald, ubicado en Seis norte con Av. Perú. Su llegada fue cerca de las 14:15 horas. En poco tiempo se corrió la voz y un importante número de fanáticos esperaban cantando por un gesto del responsable de “El perdedor”. Adentro, en una de las mesas más alejadas del local, se podía ver un grupo de mujeres con poleras que las identificaban como parte del fanclub oficial de Maluma en Chile. Afuera, una turista argentina, que había salido hace algunos minutos del restaurante, aseguraba que el colombiano no interactuó con los clientes que estaban almorzando y que al aproximarse a los guardias, estos no fueron receptivos con quienes buscaban alguna foto o firma del cantante.
Cerca de las 15:30 horas, una van del canal oficial dejó a al menos cinco guardias, quienes entraron al Chez Gerald, anunciando la próxima salida del artista. Su camioneta estaba estacionada enfrente de la puerta principal, pero había un segundo vehículo que buscaba despistar a la gente agolpada afuera del restaurante. Hubo un intento de salida falsa por la calle Seis norte, despejando un poco la entrada. Unos minutos después, todo era grito. Maluma hacía su salida por Av. Perú. Un procedimiento rápido, pero que se complicó cuando la camioneta no pudo avanzar hacia 8 norte al toparse con un auto en contra el sentido que le bloqueó el paso. Fue ahí cuando los seguidores se abalanzaron sobre la camioneta y comenzaron a golpear los vidrios pidiendo una foto o un autógrafo del cantante. Tan solo habían dos carabineros para velar por la seguridad del lugar quienes tuvieron que actuar velozmente para que el vehículo pudiera seguir su curso.
Ya en Con Con, los seguidores, que seguían siendo no más de veinte, tampoco tuvieron suerte. La nueva aparición en público de Maluma fue durante la noche cuando fue parte de la última prueba de cara a la noche inaugural que se vivirá este lunes. El cantante lucía una vestimenta distinta a la que se le pudo apreciar en la conferencia de prensa y en el restaurante. Con un gorro blanco y polerón de estamapado militar, estaba sentado junto a la argentina Lali Espósito, con quien comparte rol de jurado.
Unas primeras 24 horas en las que Maluma confirmó por qué es el gran nombre que tiene este Festival de Viña del Mar.