Ad Portas de su presentación en el Festival de Viña, este miércoles 22 de febrero, el humorista Carlos “El Mono” Sánchez adelanta que no hará humor sobre política, religión y evitará los chistes crueles.
“No estoy autorizado para hablar de la problemática social de un país que me está acogiendo”, asegura el comediante colombiano quien apostará por un humor blanco cuando deba subirse a la Quinta Vergara. Por eso afirma que incluirá cosas cotidianas como son las visitas al urólogo, cuando las mujeres van al baño y la relación con las suegras.
«Cuando una persona va a reírse no tiene por qué ser parte de la burla. Uno no debe burlarse del mal ajeno para lograr el éxito”, afirma «El Mono” Sánchez quien, apenas se enteró de su participación en el Festival, debió agregar modismos chilenos para que el público entendiera las bromas. “Es más difícil cuando eres el único internacional en medio de los locales, ellos pueden trabajar con su situación”, detalla.
Otro de los temas que no usará es el humor vulgar. «Todos llegamos a usar la grosería. La decimos a cualquier hora del día, pero depende cuando la decimos sin que nos cause daño», agrega.
El humorista cuenta que se ha preparado durante siete meses. Con su esposa y el equipo de trabajo buscaron modismos chilenos para incorporarlos a la rutina. Otro de las tareas que tuvo que realizar, como parte del entrenamiento, fue de ensayar solo frente a la cámara para grabarse y corregir los errores. “Quiero dejar la mejor impresión frente a la gente. Lo van a entender niños de nueve hasta personas de 99 años”, remata.
Carlos “El Mono” Sánchez ha estado invitado como humorista a Sábado Gigante Internacional donde compartió con Mario Kreutzberger. Se declara católico, emotivo y también es seguidor del trabajo que hace Daniel “Bombo” Fica y afirma ser hincha del América de Cali. Por eso su presentación en el Festival la compara con el fútbol: “Mañana es mi partido, mi juego. Estoy en la delantera, al medio, la defensa y en el arco. Es el mejor partido que puedo jugar en lo que va corrido del año y mi vida».
